Las mujeres no
solo son golpeadas, también son ultrajadas sexualmente, sobre todo las menores
de edad. Esta realidad incrementó los embarazos no deseados, los contagios de
VIH y las infecciones de trasmisión sexual.
Diana
(26 años), cansada de ser abusada sexualmente, decidió denunciar a Juan Carlos
(30 años), su pareja.
Junto
a una vecina se apersonó a la comisaria de La Huayrona, en San Juan de
Lurigancho, donde luego de rendir su manifestación regresó a su casa.
Tres
días después, Diana se retractó de lo dicho, ante la amenaza de Juan Carlos de matarla
si ella no retiraba la denuncia.
Según
la magistrada Elbia Berríos, de la Corte Suprema de Justicia, de todas las
agresiones de violación sexual que hay en el país solo cinco llegan a
judicializarse.
Un
estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2013 sobre las
incidencias de la violación sexual reveló que entre las razones lógicas que
explican por qué las mujeres no notifican sobre la violencia sexual o se
retractan de ello están la falta de apoyo de las autoridades, el riesgo a
represalias, al qué dirán, etc.
La
Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2014 lo corrobora, ya que
muestra que en el Perú el 42,9% no denuncian a sus agresores (parejas o no) por
miedo y vergüenza.
Por
esta razón, Berríos acredita que existe una “cifra oculta”, que el día que sea
develada duplicará las estadísticas de este execrable delito.
Deshonroso puesto
El
estudio de la OMS del 2013 también reveló que el Perú ocupa el tercer lugar en
el mundo entre los países con mayores prevalencias de mujeres entre 15 y 49
años que sufren de violación sexual por parte de sus parejas.
La
situación de vulnerabilidad de la mujer peruana en esta materia ya había sido
advertida en el 2011 por el investigador y sociólogo Jaris Mujica.
Ese
año, en la presentación de su libro: Violaciones sexuales en el Perú 2000-2009,
Mujica demostró con cifras que nuestro país es el más violador de toda América
del Sur, con 68 mil violaciones en 10 años.
Hace
algunos días, la magistrada Elbia Berríos sostuvo que en los últimos 5 años el
número de casos de violaciones sexuales en el país había aumentando 10%.
Para
María Isabel Cedano, representante de la ONG Demus, estas cifras son el reflejo
de una sociedad machista, donde las mujeres solo son vistas como un objeto
sexual.
Según las estadísticas de Demus, el 42% de las
mujeres fueron violadas en sus domicilios o en otros espacios que eran
considerados seguros, como las escuelas y las casas de familiares.
La mayoría menores
En nuestro país, el 80% de los casos de violación
sexual, las víctimas son menores de 17 años. Es decir, 8 de cada 10 víctimas de violación sexual en el Perú
son niñas y adolescentes.
Estadísticas del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIM) revelan que en los nueve primeros meses del 2015 ya
se han registrado 3.256 denuncias de violaciones en el grupo etario de 0 a 17
años, siendo Lima y Junín los departamentos donde se reportaron los mayores
casos.
Al igual que en las mujeres adultas, en las menores
de edad también existe una “cifra oculta”.
Para la magistrada Elbia Berríos, la mayoría de actos
de violencia sexual contra adolescentes y niñas se producen en las zonas
altoandinas y en la selva peruana.
De
acuerdo con la magistrada y la representante de Demus, las razones de esta
realidad la encontramos en la creencia de que una niña o un niño es de
propiedad de los padres, y que, por tanto, tienen el derecho de hacer lo que se
desee con él o ella.
La
violación sexual además de aislar a la víctima y dejarle secuelas psicológicas
también trae embarazos no deseados.
El
Endes del 2014 reveló que entre el 2011 y 2014 la tasa de embarazo adolescente
aumentó 2,1%. Asimismo que los contagios del VIH y las infecciones de trasmisión
sexual (ITS) se incrementaron entre 0,7% y 1,9%.
Recomendaciones
Ante
este panorama, Cedano recomendó capacitar mejor a los jueces y fiscales que
llevan los casos de violación sexual.
También sugirió que se implementen cámaras Gesell
en todas las cortes del país (actualmente solo se cuenta con 30) para que así
las víctimas de abusos sexuales puedan dar sus testimonios de manera segura y
privada, sin el temor de que su agresor pueda volver a tocarla.
Agrega que también se debería mejorar el
presupuesto del Ministerio de la Mujer a fin de que se realicen campañas
preventivas sostenidas.
Por
su parte, el juez del Segundo Juzgado de Familia de Ucayali, doctor Tulio
Bermeo, sostiene que se debe cumplir con el Plan Nacional de Violencia contra
la Mujer 2009-2015 y con el Plan Nacional de Acción por la Infancia y la
Adolescencia 2012-2021, donde se contemplan una serie de estrategias para
abordar de manera integral este problema.
De
acuerdo con el doctor Bermeo, para este tema requerimos que la familia, la
escuela y las autoridades asuman el rol que les corresponden, “no mañana, sino
hoy”. (Redacción)
25 de Noviembre
Es
el Día de la No Violencia contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de
la Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1999.
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