En busca del
rostro bonito y el cuerpo perfecto, muchas mujeres se someten a riesgosas
cirugías, que en algunos casos acaban llevándolas a la muerte.
Victoria Briceño Ramírez tenía un futuro
promisor. A sus 36 años era ingeniera y trabajo no le faltaba. Sin embargo,
ella no estaba muy feliz con su cuerpo. Algunos rollitos en su cintura la
molestaban. Ya había probado de todo para eliminarlos: gimnasia, yesoterapia, fajas,
pero nada.
Cuando vio el anuncio de que podía tener un
cuerpo de infarto con poca inversión, no dudó en someterse a una liposucción.
Creyendo en la palabra de María Esther
Mendoza García (40 años), la falsa cirujana estética, de que en una hora iba a
quedar como una ‘reina’, Victoria decidió operarse el último domingo 25 de
octubre. Sin embargo, a los pocos minutos, la
ingeniera sufrió una descompensación y fue trasladada de emergencia al hospital
Arzobispo Loayza, donde llegó cadáver.
Los familiares de Victoria al enterarse de
los hechos, no podían acreditar la historia, porque ella nunca les había
comunicado su deseo de hacerse una liposucción.
En el Perú, casos como de la ingeniera Victoria
lamentablemente no son aislados. En Arequipa, el último 9 de setiembre, Janeth
Alva Luque de 42 años murió en una clínica de esta ciudad luego de someterse a
una liposucción abdominal.
Ella, como Victoria, soñaba con el cuerpo
perfecto. Es más, meses antes ya se había sometido a una rinoplastia.
Precisamente por esta experiencia exitosa, es
que Janeth decidió ir al quirófano sin pensar que ahí hallaría la muerte.
El deseo por la belleza, no solo es exclusiva
de las mujeres, también de algunos hombres.
En junio, en la misma ciudad de Arequipa, Edmundo
Coayla, exalcalde de Moquegua, quiso solucionar un problema en los párpados y
reducir el abdomen, y para ello se sometió a una cirugía.
Por una negligencia médica, Edmundo perdió la
vida en plena operación.
Según el decano del Colegio Médico del Perú, César
Palomino Colina, hechos como estos cada año van aumentado en el país, debido a
los bajos costos que se ofrecen para estas operaciones y también por la
informalidad que no es controlada.
Para el decano médico, María Mendoza García
estaba prohibida de realizar una operación de esa naturaleza y, a su juicio, ha
cometido un delito contra la vida el cuerpo y la salud.
Jorge Bisbal Smith, expresidente de la
Sociedad Peruana de Cirugía Plática, sostiene que la liposucción al
corresponder a un acto médico solo puede ser practicada por un especialista en
cirugía estética, no por cualquier doctor, y menos por un técnico.
A pesar de lo que algunos creen, la
liposucción no es una alternativa para bajar de peso, tan solo es una ayuda
para reducir medidas y afinar algunas zonas del cuerpo, como las caderas, el
abdomen, los brazos, las piernas, etc.
Por esta razón, dice Bisbal Smith, no está
recomendado para los obesos, solo para las personas con el Índice de Masa
Corporal (IMC) adecuado, es decir dentro del 30% de su peso ideal.
Asimismo para aquellos pacientes que presenten
una buena salud física y también mental, para ello requerirá de una serie de
exámenes clínicos, en algunos casos, si el cirujano recomienda, el paciente
deberá someterse a sesiones psicológicas. “Uno de los factores importantes es
que el paciente tenga claro que los resultados, luego de una liposucción, se
dejan notar a los dos o tres meses de realizada la intervención, no antes”,
sostiene.
Además de la obesidad, las personas que han
hecho viajes largos tampoco pueden someterse a una cirugía. “Si ha estado más
de cinco horas sentada, se corre el riesgo que los coágulos durante la
intervención se puedan desprender ocasionando la muerte del paciente. Por eso
se debe operar luego de 48 horas que la persona llegó de viaje”, refiere Jorge
Bisbal.
Como cualquier cirugía, en la liposucción
también pueden ocurrir complicaciones. Los riesgos son mayores cuando las zonas
tratadas son muy grande o se eliminan grandes cantidades de grasa.
En esos casos, afirma el doctor Augusto
Arriola, director de la clínica estética Arriola, puede producirse en las áreas
afectadas infección, demora en la curación, daños en la piel, perdida de
líquidos que pueden causar shock, acumulación de fluidos que deben ser
drenados.
Además reacción a los medicamentos, muerte de
la piel, etc.
“Por eso los cirujanos estamos en la
obligación de advertir al paciente sobre la posibilidad de que ello acontezca,
no con el fin que la persona desista de su propósito, sino para que tenga claro
los riesgos a que se somete”, dice Arriola.
Problemas psicológicos
Las
operaciones de cirugía estética pueden tener beneficios para aquellas personas
que, presentando un adecuado equilibrio emocional, han querido cambiar algún
aspecto de su físico, pero a veces esconden
complejos y trastornos psicológicos que deben ser descubiertos y
tratados.
Uno de ellos, explica el doctor Freddy Vásquez Gómez, psiquiatra del Instituto Nacional
de Salud Mental Honorio Delgado –Hideyo Noguchi, es la dismorfofobia que es una creencia obsesiva o una
preocupación personal exagerada por poseer un defecto en el aspecto físico y
que es prácticamente imperceptible para otra gente. “Las personas que padecen
este tipo de trastorno, son temerosas de la opinión que otras personas puedan
hacer sobre ellas y su aspecto físico. La
imagen corporal está distorsionada y
pueden llegar a describirse a sí mismas como “deformes” o “monstruosas”, cuando
en realidad su aspecto es normalizado
Otro
problema que se esconde detrás de la intención de someterse a una intervención
es la aceptación social; “existen personas que creen que al tener un estándar
de cuerpo o aspecto físico van a ser aceptados y/o queridos socialmente”,
apunta Vásquez Gómez.
Los
adolescentes son generalmente los que están más expuestos a estos
desequilibrios psicológicos, sobre todo por los factores externos (publicidad
de los medios) que exaltan la necesidad de tener un modelo de cuerpo.
El
doctor Freddy Vásquez recomienda a los padres de familias a observar a sus
hijos si ellos están muy preocupados de su apariencia física. De ser así, dice,
deben llevarlos a un especialista. (Redacción)
CONOZCA A SU
MÉDICO
El
Colegio Médico y la Sociedad Peruana de Cirugía Plástica tienen registrado en
la web a los médicos colegiados. Si vas hacerte una cirugía estética, busque a
la persona que la va operar. Si no lo encuentra, denúncielo. Igual, de no tener
la especialización debida.
OCHO AÑOS DE
PRISIÓN
Respecto
al delito que habría cometido María Mendoza, la falsa cirujana estética, el
decano del Colegio de Abogados de Lima, Mario Amoretti, dijo que habría
cometido lesiones dolosas (dolo eventual), aunque la acción represente un
delito culposo.
“Ella
sabía que no es médico, que no es profesional y realizó una liposucción que en
el ejercicio hay riesgo de muerte”, expresó el destacado letrado.
Precisó
que este delito está penado con una pena no menor de cuatro ni mayor de ocho
años de prisión. “Pero, además, ella ha cometido otro acto como el ejercicio
ilegal de la profesión que se castiga con una pena de cuatro a seis años de
cárcel”.
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