Para el director ejecutivo de la Organización Valores contra la Corrupción, Enrique Arias Haro, otro aspecto a tomar en cuenta es que la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República debe mejorar su trabajo de fiscalizar la gestión de la Contraloría General de la República (CGR), ya que no es aceptable ni tolerable que esta entidad sea una de los muy pocas contadas con los dedos de la mano que no posea auditorías externas a su gestión.
“La autonomía de la CGR no debe ser entendida como una entidad en una isla con sus propias normas y exoneradas de controles, porque esto lamentablemente trae como consecuencia la existencia de muchas quejas de los ciudadanos por el retraso que esta entidad tiene en atender las denuncias”, sostiene el experto.
Es una penosa realidad, pero no tienen actitud de mejorar o cambiar, empoderar a las instituciones de control no debe significar seguir aislandolos de la fiscalización gubernamental y sobre todo del ciudadano. Los funcionarios deben entender que el control, auditoria y todo lo referente a la supervisión de la gestión no es una molestia hacia su gestión por el contrario es un medio de mejorar su labor, así debe ser entendida la fiscalización y deben de comprender que no son fondos privados con los que se financia sus actividades sino es dinero del Estado y por tanto deben de ser lo más eficiente en su uso.
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