Tras unas modestas puertas se encuentra el negocio creado por Mario, el fontanero gordinflón, y Luiggi, su alto y delgado hermano. Ellos y otros personajes son los hijos pixelados de Shigeru Miyamoto, el Walt Disney de los videojuegos y genio creador de la empresa japonesa Nintendo.
Pero mientras Miyamoto sueña al otro lado del Pacífico, un ejército de personas dedicadas al marketing trabaja en Redmond, en la nueva sede central de Nintendo en EE UU. Este palacio del juego es silencioso, pero algo se cuece en el mundo que lo rodea: tres décadas después de que el bigotudo Mario apareciese en los videojuegos a través de Donkey Kong, el reino está sitiado.
Los gustos cambiantes y la tecnología han cuestionado la economía de las videoconsolas tradicionales, ya sean las de Nintendo o las de Microsoft, fabricante de la Xbox. Nintendo registró recientemente sus primeras pérdidas como empresa de videojuegos, una posibilidad inimaginable hace solo unos años. Y aunque las videoconsolas no van a desaparecer, los analistas se muestran escépticos en cuanto a que el negocio recupere pronto su antigua importancia.
Todo ello hace pensar que las próximas decisiones de Nintendo sean cruciales. Esta empresa reaccionó el 18 de noviembre, con una nueva versión de su videoconsola Wii. La Wii original, la primera consola inalámbrica que captaba el movimiento, fue revolucionaria. La simplicidad de su mando, que Miyamoto ayudó a diseñar, atrajo a nuevos públicos, como las mujeres y los ancianos. Los clientes hacían colas frente a las tiendas, pero luego simplemente perdió fuerza. Hoy en día, la nueva videoconsola, la Wii U, puede ser la última y mejor esperanza de Nintendo para recuperar su antigua gloria.
Parece que la demanda inicial es elevada. El minorista de videojuegos GameStop vendió casi todas las Wii U, a partir de 300 dólares, en el primer gran periodo de compras navideñas, según Tony Bartel, presidente de GameStop. “La gente tiene hambre de innovación, y la Wii U va a darle esa innovación, asegura Bartel.
Muchos veteranos del sector y críticos de juego ponen en duda que la Wii U puede tener tanto éxito como lo original, ahora que muchos jugadores se han pasado a los juegos para móviles, que son más abundantes y baratos.
De la Wii U, Nolan K Bushnell, fundador de Atari, dice que no cree que le vaya ir tan bien como afirman sus mentores.
A despecho de lo que muchos afirman, habría que decir que Nintendo ha tenido éxitos antes en contra de todas las probabilidades. Robbie Bach, expresidente del negocio de Xbox de Microsoft, recuerda que tratándose de Nintendo nunca hay que darlo por muerto.
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