Palabra del Pastor Fabiano Bezalí
Una vez el Señor Jesús llegó a un hombre que además de ser un mendigo también era ciego y le dijo: “¿Qué quieres que te haga?” (Marcos 10:51)
El Señor Jesús sabía que el mendigo necesitaba de muchas cosas como dinero, una casa, ropa y ser curado de la ceguera; por eso Él le hizo esta pregunta, porque quería saber que era lo que él deseaba más; entonces, aquel hombre respondió inmediatamente: “Maestro, que recobre la vista”, entonces en el mismo entonces “Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino”. (Marcos 10:52)
Lo mismo que aconteció con el mendigo, acontece con cada uno de ustedes, el Señor Jesús le hace la misma pregunta, ¿Qué quieres que te haga?
Por eso es que cuando usted participa de las reuniones de la iglesia, usted le diga a Él qué es lo que usted quiere, porque lo que pasó no hay como cambiarlo más, los sufrimientos que usted ya tuvo hasta hoy no hay como borrarlos, pero desde el momento en que usted se entrega a Dios si hay como cambiar las cosas.
El Señor Jesús sabe de todas sus necesidades, como Él sabía que el mendigo necesitaba de muchas cosas, pero lo que en realidad Él quiere saber es qué es lo más importante para usted.
Cuando usted está dentro de la iglesia lo primero que usted tiene que pedir es que Dios la haga entender lo que será predicado en la reunión, debe pedirle a Dios que hable con usted, para que pueda saber qué es lo que debe hacer para ver su vida transformada. No sirve de nada venir a la iglesia y no haber entendido lo que fue predicado, ¡esto no debe acontecer de ninguna manera!, porque en el momento que pase por problemas o dificultades usted no sabrá qué hacer.
Por eso siempre pídale a Dios que nunca lo deje salir de un culto sin haber entendido y sin saber qué hacer.
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