Mi nombre es Luís Castro. Antes de llegar al Cenáculo del Espíritu Santo, estaba pasando por una difícil situación, estaba en DICOM, no tenía trabajo y tuve que hacer una rehabilitación. Estuve desde los 17 hasta los 47 años en el alcoholismo y la drogadicción.
Cuando conocí la Iglesia, mi vida empezó a cambiar paulatinamente. Mi visión se abrió, me dediqué a estudiar.
Tomé la decisión de participar de la Campaña de Israel. En este momento después de haber sido un trabajador de la empresa, soy uno de los representantes legales, soy socio de la empresa.
Dios me ha bendecido y he sido prosperado. Tengo tres camionetas trabajando, la última que conquisté fue una H1 Hyundai que vale más de $ 12.000.000.
Tengo un Minimarket, el cual ha sido una gran fuente de ingresos.
Mi vida tuvo un cambio completo, la parte económico mejoró, y los bancos me abrieron las puertas, salí de DICOM y en este momento tengo credibilidad a cualquier banco que voy.
Soy una persona renovada, soy libre de los vicios. ¡Dios ha cambiado mi vida!
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