No hay maldición sin causa

Palabra del Obispo Macedo

No hay maldición sin causa, siempre que hay una maldición es porque hay una causa, muchas personas tienen fe en Jesús pero no tienen misericordia y justicia. La injusticia es toda clase de pecado, el diablo es el padre de la injustica. La justicia tiene fundamento en el trono de Dios. El trono de Dios está hecho de Justicia. Por ejemplo, usted tiene fe para donar su diezmo y ofrenda, pero no tiene fe para mantener su vida en justica, usted engaña a su hermano, su esposa, su esposo y a las personas que están a su alrededor, para conseguir dinero rápidamente. De nada sirve usted tener fe en Dios si usted hace trampa, se prostituye. El Espíritu Santo ha dado oportunidad para que las personas cambien. Hay obreros que están todo domingo en la Iglesia pero durante la semana están en pecado, son tramposos. Yo no sé quiénes son, pero si supiera, quitaría a ellos, pero el Espiritu Santo está dando oportunidad para que ellos cambien. Por ejemplo, como una persona que vive en adulterio puede cobrar de Dios justicia, si él vive en el pecado. ¿Usted amigo y amiga tiene su vida atada, ella no va para adelante porque? Examine su vida, verifique lo que esta errado en su vida. Las personas piensan que sus obras pueden justificarlas, pero ellas están en la injusticia. Las obras de la fe funcionan cuando estamos en la justicia. Hay que arrepentirse del pecado. Normalmente las canciones cristianas hablan del amor, como en todo el mundo, pero el mundo vive en guerra y en el odio y en las iglesias es el mismo. Se promueve más el amor que la propia justicia. El amor de Dios no puede ultrapasar su justicia. Dios es amor pero antes es justicia.  ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Mateo 23:23. Mis amigos y mis amigas sin la fe es imposible agradar a Dios, imagine sin la justicia. Si usted quiere tener una vida bendecida, próspera, y ser liberado de todo los males tiene que vivir en la justicia, misericordia y en la fe, su vida en si tiene que estar de acuerdo con la justicia, la misericordia y la fe. Nuestro comportamiento tiene que ser de acuerdo con eso, de lo contrario nosotros vamos a estar nadando y muriendo en el mar.