Con gran entusiasmo y amor el grupo de voluntarios Comunidad Cristiana del Espíritu Santo se reúnen cada quince días para ayudar a los demás. Son los “Ángeles de la Noche”, ellos son como los ojos de Dios y están atentos al sufrimiento de las personas que viven en las calles y que han sido olvidados por sus familias y la sociedad. Ellos llevan un plato de comida, ropa y zapatos para los residentes. Al primer contacto con las personas el pastor responsable de la obra invita a todos a formar un círculo, cerrar los ojos y levantar sus manos hacia el cielo y luego hacen una oración para entregar a todos en las manos de Dios. Después el pastor escucha lo que cada uno cuenta y los orienta de acuerdo con la voluntad de Dios. Los voluntarios también escuchan con atención lo que tienen que contar. Esta orientación es muy importante. Luego se forma una cola para recibir comida, ropa y zapatos. Todo muy bien preparado y organizado. Es de esta manera que la realidad de las personas que viven en las oscuras calles de Lima reciben la semilla de fe que les va ayudar a cambiar cualquier situación en sus vidas. Según el pastor responsable, 70% de las personas atendidas, viven en las calles y el 30% son personas que viven en los alrededores, pero en ambos casos la ayuda es siempre muy bienvenida.
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