jueves, 23 de mayo de 2013
Restaurando su vida
Palabra del Obispo Macedo
Cuando el rey Ezequías empezó su reinado en Judá, había caos social, económico y político. El Reino de Judá estaba en la quiebra, el pueblo humillado, muchas batallas perdidas, pero cuando el rey Ezequías asumió el trono a los 25 años de edad instruido por su madre Abías, que era fiel a Dios y una mujer de fe, él empezó a restaurar el país desde las puertas del templo que Salomón había construido.
En los textos bíblicos dicen a respecto de los reyes de Judá e Israel, siempre que el rey se inclinaba para la idolatría y la inmoralidad el reino era maldecido y el caos venia sobre el reino. Fue lo que pasó con el rey Acaz. “Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías. E hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del Señor, y las reparó. E hizo venir los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa del Señor el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia.” (2 Crónicas 29: 1-5) Primera cosa que Ezequías hizo con respecto a su fe en Dios que es el Dios de Abram y la del pueblo, Ezequías promovió la fe en el Dios de Abran, esto fue el secreto de Ezequías y esto es el secreto para tener una vida prospera. Nosotros alcanzamos los benéficos de la fe, pero alcanzamos porque tenemos una alianza con Dios, y seguimos y guardamos, pero cuando nosotros abandonamos esta alianza, llevamos de cualquier manera, aún haciendo la obra de Dios de manera relajada, somos maldecidos. Vean cuantos son los pastores, obispos y obreros que están luchando para retornar al primer amor, muchos no consiguen ymmueren antes por llevar su fe de manera relajada. Mi amigo usted tendrá la oportunidad de restaurar su vida. De la misma manera que Ezequías abrió las puertas del templo, promoviendo la fe, empezó una nueva era en Judá. El templo hoy somos nosotros. El templo que estamos construyendo es para restablecer fe. Son muchos creyentes fracasados, caídos, que no tienen más placer en la obra, viven en el caos. Invitando a los que quieren abrir las puertas del corazón, ser bautizados en las aguas y recibir el Espíritu Santo. Es por eso que estamos trabajando para que estas personas que están tristes, en el pecado, abatidas para que la fe de ellas sean restauradas.
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