viernes, 6 de diciembre de 2013

Cálculo renal: Una piedra en medio del camino

Conocidos como ‘piedras’ en los riñones, los cálculos renales pueden obstruir el paso de la orina, causando un dolor semejante a la de un parto. Sepa cómo se adquiere y qué medidas preventivas tomar para evitar este mal.

Muchos nombres, un único problema. Algunos lo conocen como ‘piedras’ en los riñones otros como cálculo urinario  o renal. Sea como se llame, lo cierto es que este mal que suele presentarse con mayor frecuencia entre los 20 y 50 años de edad, se origina cuando los cristales presentes en la orina empiezan a solidificarse formando los llamados cálculos renales.
Según el urólogo Max Lazo de la clínica Concebir, generalmente este mal se manifiesta como un cólico renal cuando el cálculo se mueve de los riñones hacia la vejiga provocando un dolor intenso en la zona lumbar, la misma que puede irradiarse a la región inguinal o genital (testículo en los hombres y labios mayores en las mujeres).
Medidas preventivas
“Tomar 8 a 10 vasos de agua diariamente ayuda al organismo a mantenerse hidratado y expulsar fácilmente las sustancias tóxicas”, dice el urólogo Lazo.
El doctor advierte que se debe tener cuidado con lo que se come. Por ejemplo, refiere que no es bueno comer en exceso productos ricos en calcio, como leche, huevos, ya que hacen daño; lo mismo sucede cuando se ingiere carnes rojas, mariscos, ya que aumentan el ácido úrico.
Lazo también alerta a tener cuidado con todos los productos que tienen oxalato, como la espinaca, los chocolates, tomates, fresas, etc. Así como con los carbonatos (gaseosas).
“No es que estos alimentos sean malos, lo que uno debe aprender es saber balancear lo que se come para no tener problemas”, refiere el galeno.
Acciones a tomar
Actualmente, el tratamiento para personas con cálculos ya no requiere cirugía abierta. Existen aparatos como el litotriptor extracorpóreo, el cual emite una onda ultrasónica de alta potencia sobre la piel y, así, pulveriza los cálculos. “Hay corte solo en casos excepcionales. Ahora basta con aplicar el ultrasonido y, luego, realizar un monitoreo riguroso”, anota el especialista.
La hidratación es un aspecto clave como medida preventiva. Si la persona no tiene cálculos, debe beber al menos 2 litros de agua diariamente. En el caso de personas con cálculos menores a 5 milímetros, se sugiere consumir entre 2 a 3 litros de agua por día. “También hay remedios caseros, diuréticos sobre todo, pero lo más aconsejable es que apenas sienta dolor o detecte alguna alteración urinaria, acuda inmediatamente al médico”, precisa Lazo. (Raúl Vela)

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