Se recomienda dejar el panetón y chocolate para la mañana del 25, ya que después de haber saciado con el pavo y champán podría producirle una indigestión.
¿Preparándose para el banquete de Navidad y Año Nuevo? Seguro que procurará que en su mesa no falte nada: el pavo o lechón, panetón, chocolate, champán, mayonesa, dulces, etc. Pero tenga mucho cuidado, ya que podría sufrir de una terrible dispepsia, comúnmente conocida como indigestión o ‘empacho’.
“El Universal” te hace llegar algunos consejos prácticos para que su Noche Buena y Año Nuevo no se convierta en momentos desagradables sino todo lo contrario.
1.- Comienza ya mismo una dieta de control para los días anteriores y posteriores a las fiestas, que evite el exceso de grasas, alcohol y féculas.
2.- Igualmente, imponte días de restricción antes y después de las fechas más señaladas, comiendo menos de lo habitual.
3.- Cocina ligero (recupera las recetas tradicionales que combinan la carne o el pescado con verduras como la lombarda) en la medida de lo posible, y no hagas cantidades excesivas por temor a quedarte corto.
4.- Empieza sin hambre. Si antes de la comida de Navidad nos tomamos un par de piezas de fruta, empezaremos la comida parcialmente saciados y comeremos con menos ansia.
5.- Para el postre, recurre preferentemente a las frutas de temporada (piña, chirimoya) o a los postres caseros (peras al vino, tarta de fresas, macedonia,...).
6.- No es necesario privarse de los dulces típicamente navideños como el turrón o el mazapán, pero dado que aportan muchas calorías es importante consumirlos de una forma moderada y puntual.
7.- Limita los posibles excesos alimentarios exclusivamente a los días de fiesta (Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes), y no los extiendas a los días restantes que quedan entre uno y otro festivo. No debemos, por ejemplo, consumir lo que quedó de la comida de Navidad durante los tres días siguientes, o sacar la consabida fuente de turrones y mazapanes para cerrar cualquier cena de este periodo.
8.- Mentalízate: piensa en lo que va a costarte perder el peso ganado.
Esta última recomendación es quizás las más importantes para no echar a perder en unos días el esfuerzo que nos ha tomado reducirlo durante varios meses, pues no es lo mismo incrementar nuestro peso en medio kilo que en tres o cuatro kilos durante estas fiestas. Perderlos después probablemente te supondrá un esfuerzo mucho mayor que la satisfacción que te supuso el exceso cometido.
Las bebidas alcohólicas
El alcohol, en una cultura como la nuestra, está muy presente en estas fechas. Igual que con los alimentos anteriores, los diferentes expertos no son partidarios de prohibir su consumo pero sí de limitarlo a las cantidades recomendadas, y más si la persona posee algún tipo de patología que se pueda ver implicada. El especialista en nutrición, Javier Aranceta, recomienda consumir sobre todo ‘calidad’ y de forma moderada, igual que con la comida. Un buen vino o cava, si se toma en las cantidades adecuadas hará menos daño y nos provocará menos dolores de cabeza la mañana siguiente.
El alcohol se use de modo correcto, siguiendo los máximos establecidos (dos copas de vino al día por el hombre y una por la mujer). Si estas cantidades se excediesen un poco, lo fundamental es que se haga en los días señalados de las fiestas pero no en todo el período vacacional. Y, si se consume más de lo permitido se debe seguir el lema de ‘si bebes no conduzcas’, para evitar poner en peligro la salud propia y de los demás.
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