miércoles, 6 de octubre de 2010

503 encarcelados por terrorismo han sido liberados desde el 2006


Para un país como el nuestro que ha convivido con el terror durante dos décadas enterarse de la liberación de muchos terroristas que hicieron daño el Perú, resulta incomprensible y hasta desalentador, sobre todo para los miembros de las fuerzas del orden quienes arriesgaron su vida para devolvernos la paz


A raíz de la última liberación de la terrorista Nancy Gilvonio hace solo dos semanas atrás, es necesario hacer un balance sobre los acusados de terrorismo que, hasta la fecha, van saliendo de las cárceles. Los gobiernos que se han sucedido se tiran la pelota en la cancha manifestando que en cada administración no se excarcelaron a personas acusadas por terrorismo. Por ejemplo, el actual presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Diego García Sayán, sostiene que “el único caso de un terrorista liberado por decisión política de un gobierno, es cuando el señor Alberto Fujimori liberó en 1996 a una terrorista japonesa del Ejército Rojo de ese país, colaboradora de Sendero Luminoso, quien fue capturada en el Perú”. Sin embargo, García Sayán le da otra lectura al panorama de libertades concedidas. Según su lectura, el presidente de la Corte Interamericana detalló que “el mayor número de liberados se dio durante el régimen de Fujimori. Fueron 513 liberados. En el gobierno de Paniagua fueron 142 y con Toledo algo más de 100. La ley fue dada en el gobierno de Fujimori y no se cambió”, precisa.
El ex ministro de Defensa, Rafael Rey tiene una interpretación distinta. Según él, durante el gobierno de Alejandro Toledo, se liberaron a más de dos mil terroristas. “No sé de dónde saca esa cifra. Si salió gente que cumplió su condena es una decisión del sistema judicial, no de Toledo”, responde García Sayan. Rey sostiene que, a través de una resolución de indulto, se liberó a Cusihumán Raipe, y no verificó la hoja de vida del indultado, pues fue capturado con 45 cartuchos de dinamita en un vehículo robado y 200 kilos de nitrato de amonio, explosivo para preparar los coches bomba.
En la resolución por la cual Cusihuamán salió en libertad se entiende: “Que la permanencia de inocentes en prisión constituye una situación que debe ser remediada con la restitución de la libertad individual”. García Sayán respondería las cifras que maneja el ex ministro Rey. “En su odio a los gobiernos democráticos de Paniagua y Toledo, cuando (a Rafael Rey) se le piden nombres, saca de la manga a indultados inocentes”, responde.
Como se puede apreciar, las cifras sobre los liberados por casos terrorismo van a depender de la interpretación que cada entendido sobre el tema le puede otorgar. Esto, sin embargo, perjudica a la opinión pública, ya que al no existir claridad y precisión con respecto a los liberados por subversión, las connotaciones se abren como un abanico y, por efecto, crea dudas e incertidumbres.
Para acrecentar las opiniones encontradas sobre el tema, el presidente García pidió la publicación de los nombres de los liberados por terrorismo, hecho que se produjo y que algunos medios recogieron la larga lista de mil 800 acusados por terrorismo. En la lista figura el ex presidente del consejo de ministros, Yehude Simon, quien fue puesto en libertad el 2 de diciembre del 2002 por un indulto concedido por el presidente provisional Valentín Paniagua, gracias a lo cual abandonó el penal Miguel Castro Castro.
El presidente García abrió la posibilidad de publicar las fotografías de cada uno de ellos. Para ello, algunos legisladores evalúan la posibilidad de presentar un proyecto de ley en el que establece que los liberados declaren mensualmente ante las autoridades sobre las actividades que realizan. Eso, por lo pronto, está en plena evaluación.
Ayacucho fue la región más golpeada por la lacra del terrorismo. Sobre las atrocidades que se cometieron en los pueblos de la región, la Comisión de la Verdad y Reconciliación tiene un informe sobre las épocas de violencia que padeció el Perú.
En ese sentido, el presidente regional de Ayacucho, Ernesto Molina, muestra su desacuerdo con las liberaciones que el Poder Judicial ha otorgado a los condenados por terrorismo. “Pedimos al Poder Judicial que sea cauto en el tema”, es la invocación de Molina. Sin embargo, ante la desesperación de tomar medidas drásticas para que no haya rebrotes subversivos, el presidente regional dijo que “nosotros, como Estado peruano, estamos demostrando debilidad y hay que poner mano dura, dejar de miramientos con esos terroristas y si es posible bombardear la zona; creo que hay ya que dejar de tener temor a los derechos humanos; hay que tener más interés”, sostiene.
La última liberada
Ante la decisión del Poder Judicial de liberar a Nancy Gilvonio, viuda de Nestor Cerpa Cartolini, el presidente García mostró su disconformidad por la resolución emitida. “Esa señora sale contra mi voluntad, que lo sepa el país, yo lamentablemente no soy juez, …, a mí me gustaría que cumpla hasta el último día de los 20 años de su condena”, discrepa contra la decisión. Pero ¿cuál fue el motivo de los jueces para liberar a la que era la contadora del MRTA?La liberación se dio bajo la modalidad de que la condenada por terrorismo “está en condiciones de readaptarse a la sociedad”. El juez Segismundo León le concedió el beneficio de la semilibertad. En la sentencia judicial que otorgó la libertad manifiesta que Gilvonio ha cumplido 14 años y diez meses de prisión a lo que suma nueve meses de redención de la pena por estudios y trabajos que cumplió en la cárcel. Es decir, de los 20 años a los que fue condenada, la viuda del líder emerretista cumplió 15 años y siete meses de condena.Esas decisiones son exclusividad del Poder Judicial y que ningún otro poder estatal puede interferir en las resoluciones que emite, sin embargo, creemos que debe existir un mayor control contra aquellos que en años de violencia subversiva no tuvieron compasión alguna.

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