Nelson Manrique nos detalla sobre el papel que jugó la prensa en estas últimas elecciones regionales y municipales. Afirma que el Tribunal de Ética no reprime las manipulaciones de algunos diarios
Durante la campaña por la alcaldía de Lima algunos medios de comunicación buscaron inclinarse hacia una de las candidatas favoritas. Lo cierto es que hasta ahí no hay ninguna irregularidad, pues no es nuevo que el periodismo o la línea de un diario, por ejemplo, tenga cierto favoritismo hacia una u otra postulante. Lo brutal, lo tremendamente desagradable en estas elecciones que acaban de finalizar fue la forma de tratar la noticia de algunos diarios impresos, programas de televisión que mostraron una preferencia absoluta y los ataques, las pullas, esas que nunca faltan en la búsqueda de alcanzar el poder.
Nelson Manrique, reconocido sociólogo, historiador y profesor universitario, sostuvo sobre este tema al periodista Federico de Cárdenas de La República lo siguiente:
–Veamos lo ocurrido en los diarios, que muchos consideran escandaloso
–Y con razón. No sé para qué existe un Tribunal de Ética al interior del Consejo de la Prensa Peruana si es que no se sanciona una campaña de mentiras y desinformación como la que se llevó a cabo contra Susana y Fuerza Social en las semanas anteriores a la elección.
–Existe la impresión de que para cierto periodismo los límites entre lo que es información y lo que es opinión son más que difusos y han mezclado ambas cosas con una falta de ética descomunal.
–Eso hace un tremendo daño a la profesión porque la primera obligación del periodismo es informar. Por supuesto que puede opinar, pero para eso están los editoriales y las páginas de opinión, en las que cada uno dice lo que piensa y lo respalda con su firma. Pero aquí se borró todo límite, y no solo en periódicos de ultraderecha como Correo, Expreso o La Razón, sino en uno de la prensa seria como El Comercio. Cuando Ipsos/Apoyo daba 14 puntos de ventaja a Susana, simétricamente la página web del decano le daba 14 puntos de ventaja a Lourdes. Y la desinformación siguió, en un insulto descomunal a la credibilidad de los medios, a la inteligencia de los lectores y a la imagen del gremio periodístico.
– ¿Tienes la impresión de que la contracampaña contra Susana Villarán dio resultado?
–Creo que fue un gran error de Susana no contestar a los cargos que le hizo Lourdes en el debate. Pero, si uno observa, Susana no perdió significativamente votación: está en el límite en el que las encuestas indicaban que había llegado; lo que ocurrió es que los indecisos se fueron con Lourdes. La votación elevada de Susana se puede explicar como un reflejo de la desconfianza del país frente a los mentirosos que son los políticos, pero ella debió aclarar la situación de una propiedad que comparte con sus ocho hermanos y en la que posee tres pequeñas tiendas. Que eso no lo dijera el mismo día de la acusación le hizo mella.
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