En el Perú aún se discrimina a las mujeres

Si alguien afirma que no somos un país machista, se equivoca. Las cifras oficiales son más que elocuentes: de cada 10 personas que no saben leer ni escribir, 7 son mujeres. Por un mismo trabajo ellas ganan 30% menos que un hombre. Y lo que es peor, en la mayoría de los casos de violencia domestica las mujeres constituyen sus principales víctimas. No cabe duda que aún falta mucho por hacer para conseguir la igualdad de género en el Perú

Pese a algunas conquistas alcanzadas, aún persiste la discriminación contra la mujer, que se expresa tanto en lo público como en lo laboral y lo político donde existen algunas barreras que todavía no se le permite rebasar, y en lo privado, especialmente en lo doméstico, continúan siendo despreciadas por su condición de provinciana y/o desvalorizadas por las llamadas “culturas predominantes”

Para la responsable del Programa de Participación Política y Ciudadanía del Movimiento Manuela Ramos, Lisbeth Guillén Chávez, si se es indígena, pobre y quechuahablante la discriminación es aún mayor.

Según datos oficiales del gobierno en materia de educación, de cada 10 personas que no saben leer ni escribir, 7 son mujeres; el 40% de las adolescentes rurales que estudian abandonan el colegio por tener que dedicarse a las tareas familiares. Asimismo una mujer percibe en promedio 30% menos de lo que gana un hombre por un trabajo del mismo valor. Y si esta situación no fuera suficiente, el año pasado más de 155 mujeres perdieron la vida a manos de sus parejas.

En la política

La participación de las mujeres en el ámbito político de nuestro país continúa enfrentando obstáculos como el incumplimiento de la cuota de género por parte de muchos partidos políticos.

Las cuotas electoras de género en el Perú fueron adoptadas el año 1997. En los procesos electorales se aplican la cuota, hoy equivalente al 30%, pese a ser un requisito obligatorio para la inscripción de las listas de candidatos y candidatas, su cumplimiento ha tenido algunos problemas.

“En elecciones pasadas se han inscrito listas que no cumplían con el 30% mínimo o se han contado para el cómputo juntamente a la candidata a alcaldesa y regidoras, cuando la cuota se aplica sólo a la relación de regidores y consejeros regionales respectivamente”, explica la representante de Manuela Ramos.

Para el secretario general de Transparencia, Percy Medina, el problema de la cuota de género en el país se da debido a que esta norma sólo establece el mínimo y no la ubicación al interior de las listas.

“La ubicación de las candidatas es importante en las elecciones por lista cerrada y bloqueada como el caso de las elecciones municipales. Se requiere adoptar la alternancia para mejorar la aplicación de la cuota y cerrar la brecha de género en materia de participación política”, refiere Medina.

Justamente para el incumplimiento de la cuota, el año 2001, el Movimiento Manuela Ramos y la Defensoría del Pueblo plantearon ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una petición para evitar futuras transgresiones y violación del derecho a la participación política de las mujeres. El caso actualmente se encuentra en proceso de solución amistosa con la participación del Jurado Nacional de Elecciones.

Objeto sexual

El último spot publicitario de Perú Kola donde un presentador muestra el derriere de la modelo Tilsa Lozano es un claro ejemplo de que las mujeres aún siguen siendo usadas como objetos sexuales para promocionar algún producto.

Lisbeth Guillén de Manuela Ramos señala que debe haber una cruzada nacional que involucre a entidades públicas y privadas para revertir estas formas de mirar y tratar a las mujeres. “Para ello es fundamental que los medios de comunicación se autoregulen para contribuir a la modificación de conductas y estereotipos que ubican a la mujer en un nivel de subordinación y discriminación”, sentenció.

Cabe señalar que el Movimiento Manuela Ramos a través del Colectivo Fem Tv (integrado por varias organizaciones feministas que promueven los derechos de las mujeres) cada año organiza un concurso para premiar al mejor y al peor anuncio en materia de derechos humanos.

(Por: Raúl Vela Carhuas)