jueves, 4 de agosto de 2011

Cuidado con los golpes bajos


Si es varón y tiene entre 15 a 34 años de edad y ha encontrado un pequeño bulto en su testículo, pues tenga cuidado, pueda ser que tenga cáncer de próstata. No olvide que un examen a tiempo le salva la vida


Uno de los males comunes entre los hombres es el llamado cáncer a la protesta. Hasta los años 80, la mayoría de los enfermos que lo padecía moría. En la actualidad, gracias a los avances médicos, esta enfermedad es curable en el 95% de los casos. Sin embargo, la forma para tratarlo consiste en la extirpación total del testículo afectado.

“Y solo es el primer paso”, precisa Víctor Destefano, urólogo de la Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer. “Este procedimiento nos ayudará a determinar el tipo de tumor para, luego, realizar la respectiva quimioterapia, radioterapia o una nueva cirugía. Incluso la combinación de las tres, dependiendo el caso”, agrega.

Si el paciente sigue el tratamiento al pie de la letra, podrá recuperarse y llevar una vida normal. En caso contrario, las consecuencias pueden resultar fatales.

Muchos tipos de cáncer de testículo no manifiestan síntomas claros hasta llegar a etapas muy avanzadas donde se ha propagado a otros órganos. El síntoma más claro es la aparición en un testículo de una masa o abultamiento que no suele causar dolor ni incomodidad; o un estiramiento o hinchazón en la zona testicular. Otra sintomatología es la sensación de pesadez o dolor en el abdomen inferior, o en el escroto.

Por otro lado, también existen muchas patologías muy diferentes de las cancerosas que pueden producir sintomatologías parecidas a las del cáncer testicular. La inflamación de los testículos (orquitis) puede resultar dolorosísima.

Este tipo de cáncer es el más común en hombres jóvenes de 15 a 34 años de edad. Una persona tiene más posibilidades de padecer este mal si es de tez de blanca, tiene un antecedente familiar o si cuenta con un testículo que no descendió dentro del escroto (criptorquidia unilateral). Asimismo puede contraer este mal si padece del síndrome de Klinefelter , que es una condición genética en la cual los niños varones nacen con un cromosoma “x” adicional.

Prevención

Según Destefano, la atención de seguimiento es importantísima tras el proceso de tratamiento. Las pruebas más frecuentes son los análisis de sangre (para estudiar ciertos niveles de proteínas) que ayudarán al enfermo a detectar la posibilidad de una recidiva, una metástasis o la aparición de un nuevo tumor. Igualmente se le realizarán pruebas radiológicas, tomográficas, etc... con el mismo objeto. “Es esencial que el enfermo haga un especial esfuerzo para acudir a todas las revisiones con el especialista, siguiendo aquél al pie de la letra todas las indicaciones de éste. Si se observa cualquier tipo de síntoma nuevo o recurrente, se deberá acudir de inmediato a la consulta”, sostiene.

El especialista refiere que el tratamiento del cáncer puede hacer que el enfermo se sienta cansado. En estos casos, dice, hay que recordar que se necesita un tiempo prudencial para la recuperación, y que no se requiera tener excesiva prisa para regresar al trabajo o a las actividades cotidianas.

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