La delincuencia ha puesto en jaque a nuestras autoridades. Un distrito de Lima, tres ciudades en el interior del país y una provincia constitucional han sido declarados en emergencia. Ante este problema el gobierno puso en marcha el plan 1X1 que pretende llevar más efectivos a las calles. Aunque los especialistas señalan que no es la solución
Ver a su hija al borde de la muerte es quizá uno de los momentos mas dolorosos que todo padre no quiere recordar”. “No te me mueras, no te me mueras”, esas palabras de aliento sirvieron para que la niña pueda volver a respirar”. Esta es la historia de Richard Chávez Meza (37), padre de Isabel (12 años), niña que fue alcanzada por una bala que perforó su cerebro causándole un daño irreversible en su médula ósea que la postrará en la cama para toda la vida. Avezados delincuentes dispararon tratando de huir de la policía. Un mal juez por falta de pruebas horas después dejó libres a estos facinerosos. Hoy postrada en una cama, Isabel ve pasar su futuro y las cosas que nunca más podrá volver a ser.
Casos como el antes narrado se presentan casi a diario en nuestras calles sin que las autoridades puedan hacer algo al respecto.
Ante la presión de la sociedad, el gobierno últimamente ha tomado una serie de medidas para contrarrestar esta espiral de violencia.
Una de esas medidas es la compra de los francos de todos los policías que laboran en entidades privadas durante los días de su descanso. Es así como desde el pasado 15 de agosto este plan piloto viene funcionando en Chiclayo, Trujillo, Piura, además del distrito limeño de Comas y la provincia constitucional del Callao.
Conocida la noticia de la eliminación del 1x1, la población se pregunta y con justa razón, ¿será suficiente con poner más policías en las calles para reducir la violencia en el país?
Según estudios realizados por la Municipalidad de Lima, en la capital debiera existir un policía por cada 250 pobladores, un ideal hoy lejos de cumplirse.
Actualmente existe un policía por cada 782 limeños. Es que al ser considerada Lima, una ciudad cosmopolita por sus más de 9 millones de habitantes, en la actualidad tiene un gran déficit de efectivos para restablecer el orden público que se ha venido perdiendo desde hace mucho tiempo.
Según el exdirector de la Policía Nacional Marco Miyashiro, el problema de la inseguridad en el país ha alcanzado ribetes alarmantes que con solo tener más efectivos en la calle no se resuelve el problema de fondo. “Aquí el punto es que existe un bajo nivel logístico y de inteligencia que hace que las bandas organizadas que por lo general están bien armadas tengan en jaque a la policía. Esta situación ha llevado que en estos tiempos la vida no valga nada”, refiere Miyashiro.
Esa misma opinión la comparte el también exdirector de la Policía José Tisoc, quien señala que en este tema las municipalidades también deben colaborar de una forma más activa, no solo con personal de serenazgo sino también con recursos. No olvidemos, dice, que de acuerdo con la Constitución los gobiernos locales también son parte del Consejo de Seguridad Ciudadana dentro de su jurisdicción.
Alternativas
Si bien es aplaudible que el Ministerio del Interior tenga la voluntad de solucionar un viejo problema que ahora preocupa a la sociedad, obviamente ello no significa que lo tenga que hacer mal.
Para Miyashiro, antes que poner más policías en las calles lo que debiera hacerse es invertir en recursos humanos y técnicos, es decir en la preparación especializada del personal para convertirlos en profesionales del más alto nivel, sumándole a ello un equipamiento logístico de primera.
Por su parte, el especialista en seguridad César Ortiz Anderson agrega que conjuntamente con la medida que ha tomado el gobierno se debe trabajar en la elaboración de un mapeo de inteligencia que nos permita saber donde está focalizado la delincuencia. De lo contrario, señala, se estaría perdiendo tiempo y dinero en mantener personal que solamente se va a dedicar a vigilar las calles sin que sean una fuerza a temer.
Reformas judiciales urgentes
Si bien es cierto hace tres años una reforma de nuestro Código Penal generó expectativa por los cambios realizados, este al parecer no fue del agrado de juristas y expertos quienes encontraron una serie de falencias que impiden el común accionar de las instituciones encargadas de brindar justicia. Uno de ellos, como bien lo señala el exdirector de la Policía Remigio Hernani, es que solo el 12% de los casos presentados por el Ministerio Público han sido judicializado (sentenciado), es decir que el otro 88% de denuncias contra delincuentes fue archivado por el Poder Judicial por falta de pruebas, lo que ha generado suspicacias a la hora de impartir justicia. Otro aspecto que resalta el general Hernani es la manera como el Ministerio de Justicia cubre en su totalidad la defensa de los acusados, cosa que es inaudito en un país donde se predica la justicia.
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