jueves, 23 de febrero de 2012

Una lección que no se aprende

Hace algunos días, Mesa Redonda estuvo a punto de sufrir una nueva tragedia. La causa, a decir de los bomberos, la misma de toda la vida: malas conexiones eléctricas. ¿Hasta cuándo aprenderemos a invertir en nuestra seguridad? ¿Será acaso que ganar unos centavos vale más que la vida misma?


El pavoroso incendio de hace algunos días en el campo ferial “La Cochera”, ubicada en la zona de Mesa Redonda, no hizo más que confirmar que los peruanos pronto olvidamos las cosas. Ni la muerte de más de 250 personas ocurrida la noche del 29 de diciembre de 2001 a pocas cuadras del último siniestro, ha servido -a la luz de los hechos -para que los comerciantes como los usuarios tomen sus precauciones. Está claro que un pueblo que no respeta su historia, no la conoce o no la recuerda, tarde o temprano está condenado a repetirlo.

Mucho se ha hablado respecto a la cantidad de dinero que se mueve en estos emporios comerciales, también sobre la calidad de los productos, la seguridad y algunas cosas más. Pero muy poco se ha dicho, sin embargo, de la calidad de vida, de la calidad del servicio, de los locales, de la organización de los puestos y menos de la seguridad en términos de salud, tanto para los comerciantes como para el público consumidor.

Sí, en una tienda formal un polo esta S/.25, en Gamarra lo encontrarás a 10 o 15 soles. Claro está, que en una tienda con todas las garantías del caso tendrá ciertos beneficios: el local es amplio, limpio, seguro, bien iluminado, buena atención, aire acondicionado, etc. En cambio en Gamarra y sus alrededores te encontrarás con miles de personas, los locales llenos, jaladores, música a altísimo volumen, un tráfico infernal, tendrás el riesgo de que te roben y, curiosamente, para los productos de calidad, el precio es cada vez menos competitivo.

Somos el país que consume más cerveza en Sudamérica y, al mismo tiempo, nuestro índice de pobreza es uno de los más altos en la región. A veces el dinero de los comerciantes se va en la educación de sus hijos, la reinversión para el negocio, las fiestas patronales o el tonazo del fin de semana. ¿Y luego qué? ¿Hasta cuándo seguirán sacrificando la seguridad y comodidad de sus consumidores por unos cuantos soles menos? ¿Por qué un centro mayorista no puede ser ordenado y seguro? ¿Depende de las autoridades o de los dueños de los locales?

Lo cierto es que de acuerdo con el Cuerpo General de Bomberos solo en Lima Metropolitana existen unas 138 galerías comerciales que están en las mismas condiciones que Mesa Redonda, es decir, tugurizadas, poca ventilación, conexiones eléctricas clandestinas, escasos grifos de agua, en otras palabras, todas unas bombas de tiempo listas para estallar ante el mínimo descuido.

A nadie parece interesarle esta realidad. Todos saben que la gente seguirá yendo a esos lugares. Al igual que subes a un microbús repleto hasta el techo. Así pues, mientras sigamos apoyando este tipo de prácticas, todo seguirá igual. Por tanto, hechos como la de Mesa Redonda de hace 10 años que dejó cientos de muertos y desaparecidos siempre estará latente, no solo en Lima sino en todo el país.

DATOS:

1.- Según comunicación del Poder Judicial, la galería “La Cochera”, no presentó ninguna medida cautelar para seguir funcionando, con lo que desmienten al gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna limeña, Gabriel Prado, quien dijo que este local había sido clausurada en diciembre pasado.

2.- Hasta la fecha no se ha cuantificado las pérdidas económicas que ocasionó el incendio del 17 de febrero en el centro de Lima.

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