jueves, 26 de septiembre de 2013

“Se tiene terror a la ficción porque es un género muy caro”


Eduardo Adrianzén acaba de cumplir 28 años de trayectoria profesional en la cual ha destacado en producciones como “Los de arriba y los de abajo”, “La Perricholi” y actualmente en “Mi amor el Wachimán”. En la presente nota, nos habla de todo.

Llevándose la mano a la cabeza, Adrianzén escarba en el baúl de sus recuerdos sus inicios como escritor. Sin dejar de lado su taza de café, nos cuenta que a pesar de lo que muchos creen no siempre estuvo envuelto en el mundo de las letras. “Cuando fui un adolescente pensé que estudiando derecho tendría una mejor vida, sin embargo mi amor por la literatura fue más grande que terminé dejando las leyes para dedicarme a escribir novelas. 
-¿Cómo consideras la carrera de ser escritor en el Perú?
-No es fácil serlo, en ninguna época del mundo ni en ningún momento para nadie. Pero me dije que esto era lo que quiero, y empecé. Las personas cuando son jóvenes y sin responsabilidades, deben apostar a lo que quieren y arriesgar, porque en mi caso, amo escribir novelas, series y hacerlo es un gran privilegio y suerte. Todo es perseverancia.
-¿Crees que tu papel en “La ciudad y los perros” te limitó ante el público?
-No, porque nunca fui actor, fue una experiencia divertida como una travesura de niño. Mi carrera es tan diferente a eso que no lo considero importante. En ese tiempo quise probar cosas nuevas, y no me arrepiento, conocí mucha gente, me sirvió el haber trabajado allí.
-¿Cómo está la televisión en producciones nacionales?
-En ficción, que es mi especialidad, no hay mucha, pero sin embargo debo reconocer que las que hay son nacionales. Los mayores éxitos son peruanos: “Al fondo hay sitio” y “Mi amor el wachimán”. Este es un momento bueno, porque demuestra que la creatividad original en Perú vende más, pero también malo porque es poca la que hay.
-¿Y por qué no se produce ficciones originales?
-Porque a los canales les da miedo producir, les da terror porque no saben cómo va a resultar, pero ahora van a tener que confiar, quieran o no, porque se está demostrando que la ficción resulta.
-¿Consideras que tu estilo es de reflejar la realidad de nuestra sociedad?
- Sin duda. Toco temas con nombre y apellido, por ejemplo el racismo que es un mal fuerte y rico porque trae conflictos muy graves e injustos. 
-¿Cuándo escribes lo haces para ti o pensando en el público?
-Todo escritor de televisión tiene muy presente las reacciones del público, eso es por ley. El arte del guion es el arte de la manipulación de los sentimientos, para que se rían, lloren o tengan suspenso cuando tú quieras. Todo eso es el juego del guionista, y es totalmente válido, porque el contrato dice que el público te pide entretenimiento y el escritor debe jugar con esas expectativas.
-¿Qué opinas de los reality de competencia y el recurso de exponer la vida privada?
- Son modas. Eso es lo malo del espectáculo, que no tiene límites, eso sí es triste. No es nuevo, pero cada década que pasa, la valla es más alta y no sé hasta dónde llegará. A un canal no le importa la ética o moral, solo vale vender sin límite alguno.
-¿Qué haces cuando tienes vacaciones?
-Hace muchos años que no las tengo. Por la inestabilidad de mi trabajo, que debo ‘enganchar’ proyecto tras proyecto para no quedarme en el aire, no las tengo, pero la última vez fue en el 2007. En ese caso, hago teatro, me voy de viaje algunos días, paseo, camino, no pienso en el trabajo. Compro libros donde voy, de todas maneras, leo todo el día, no puedo dejar de hacerlo, es como un problema mental. (JP)

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