miércoles, 5 de agosto de 2015

La insuficiencia renal mata


Tres millones de peruanos sufren esta enfermedad, de los cuales 30 mil requieren de diálisis e incluso trasplante de riñón para seguir viviendo.

A pesar que no existen cifras oficiales de cuántas personas con insuficiencia renal hay en el Perú, se estima, según el doctor Manuel Castillo Zegarra, representante de la Sociedad Peruana de Nefrología, que en el país existen alrededor de 3 millones de enfermos renales.
De este total nacional, 30 mil estarían en el estadío 5  de la enfermedad, es decir, que necesitan diálisis e incluso trasplante de riñón para seguir viviendo.
Lo más preocupante de esta situación, sostiene el doctor Castillo, es que menos de la mitad de ese grupo de enfermos accede a diálisis.
De acuerdo con el Centro Nacional de Salud Renal de EsSalud, en sus instalaciones se atienden 9.800 pacientes con diálisis, mientras que en el  Ministerio de Salud (Minsa), apenas 2.000 enfermos renales.
La causa del por qué pocos pacientes en el país reciben dialices se debe, según Castillo Zegarra, a que muy pocos hospitales y clínicas cuentan con el equipamientos para el tratamiento, y también porque muchos peruanos no tienen acceso a los servicios de salud.
Causas
En las personas adultas, las principales causas son la hipertensión arterial y la diabetes, lo que convierte a este grupo poblacional, de acuerdo con la Sociedad Peruana de Nefrología (SPN), en la más vulnerable para sufrir de esta enfermedad.
Cabe señalar que el mal funcionamiento de los riñones aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como expone a las personas a sufrir de otros males.
La señora María del Pilar Venegas, por ejemplo, por culpa de la insuficiencia renal perdió dos embarazos.
Durante 24 años (de 18 a 42 años), ella sufrió de una serie de enfermedades, al punto de tomar tres pastillas diarias y aplicarse cada ocho horas una ampolla para poder soportar los dolores que le causaba los riñones.
Dependiendo el estado de salud de las personas, algunos pacientes requerirán de trasplante de riñón para recuperar la calidad de vida y conseguir niveles de salud suficientes para ser productivo en la universidad, el trabajo, o en otras actividades.
Otras en cambio tendrán que recurrir a la fe, como fue el caso de la señora Venegas, quien luego de recibir una invitación para asistir a la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo logró recuperar su salud, tras hacer sus cadenas de oración.
Hoy, con 58 años, María del Pilar lleva una vida normal, sin dolor ni pastillas.
Prevención
A fin de disminuir la incidencia de esta enfermedad en las personas adultas, el doctor Castillo recomienda a las autoridades de salud a invertir más en la prevención renal tanto en la atención primaria como en la atención especializada en nefrología, así como en formar un mayor número de especialistas pues hay una carencia de nefrólogos y personas asistencial especializado en enfermedades renales en el país.
En tanto, al grupo de riesgo, el médico le sugiere tomar algunas medidas de prevención, como evitar el sobrepeso, controlar adecuadamente la presión arterial, mantener la glucemia en valores normales, evitar cifras altas de colesterol y ácido úrico elevadas, disminuir la ingesta de sal y azúcar en los alimentos, y realizar ejercicio físico adecuado.
“Es importante recordar que, mientras más tardíamente lleguemos al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades renales, probablemente peor sea su pronóstico”, sostiene el médico. (Redacción)

SABÍA
Gracias a los riñones, eliminamos toxinas y el exceso de agua de la sangre en forma de orina diariamente.



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