miércoles, 25 de noviembre de 2015

Infancia sin maltrato


La violencia contra los menores es una práctica cada vez más común en el país. No por algo cada día se reportan 18 casos de violencia física hacia los niños.

Los padres que golpean a sus hijos argumentan que lo hacen para corregirlos. Precisamente con ese pretexto, el pasado 10 de noviembre una desnaturalizada madre quemó las manos de su hija de tan solo nueve años.

Los hechos ocurrieron en el asentamiento humano Villa Milagros, en Puente Piedra, luego que la madre de la menor tomara conocimiento que su hija había robado un esmalte de una de las vecinas.
Ante los desgarradores gritos de dolor de la menor, vecinos del lugar llamaron a la policía del sector para pedir ayuda.

Los agentes al llegar al lugar encontraron a la niña, aún con lágrimas en los ojos, con las manos quemadas. Inmediatamente procedieron a detener a la irresponsable madre quien no dejaba de acusar a su pareja de haberla incitada a cometer dicho acto.

En el país también existe otro argumento, muy extendido en la sierra y selva, para golpear a los niños.

De acuerdo con María Isabel Cedano, representante de Demus, muchos padres creen que una niña o niño es de su propiedad, y que, por tanto, tienen el derecho de hacer lo que se desee con ellos.

El maltrato físico y psicológico hacia los menores es algo muy común en el país, siendo la madre -por la mayor cercanía y tiempo que tiene con los hijos- la que más incurre en esas malas prácticas. Las cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar –Endes- 2014 así lo corroboran.

Ese año, los resultados evidenciaron que el 19,8% de las mujeres entrevistadas creen en la necesidad del castigo. Asimismo revelaron que la forma de castigo que más utilizan son los golpes (57,2%) y la reprimenda verbal (43,5%).

Según el Endes, los golpes fueron declarados con mayor frecuencia por las mujeres de 30 a 49 años, alguna vez unidas y en aquellas que tenían educación primaria o sin nivel; en cambio, la reprimenda verbal fue mencionada generalmente por las mujeres de 15 a 19 años de edad, solteras y con educación superior.

Lo más preocupante de esta execrable realidad, es que cada año está aumentando en el país.

Un informe del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) da cuenta que durante el 2013 fueron atendidos 10.572 casos de violencia física y agresiones psicológicas.

Para el 2014 los casos de violencia física y agresiones psicológicas atendidos por el MIMP llegaron a 11.097. Y hasta octubre del 2015, estas ya alcanzaron los 12.314 casos.

La estadística muestra que en el Perú se reportan al menos 18 casos de violencia física cada día.

El año pasado a nivel de la capital, se registraron 3.800 casos de violencia psicológica y física  contra los menores de edad, siendo el distrito de Villa El Salvador el que concentró el mayor número de casos.

Al igual que en el caso de las agresiones a los adultos donde existe una cifra oculta, en los menores también se presenta esa realidad. Un reciente informe de la ONG Save The Children señala que el número de niños víctimas de maltrato físico y psicológico que el MIMP informa sería mucho más.

Secuelas del castigo
El maltrato infantil no es un tema que se debe tomar a la ligera, pues si existe es porque los padres cuando fueron niños también sufrieron de agresiones.

La psicóloga Carmen Mendoza sostiene que los golpes y los gritos causan daños irreversibles en la mente y la personalidad de los niños.

“Con el tiempo esos menores de edad se vuelven rebeldes, y están más expuestos a conductas antisociales. El mejor ejemplo de ello, es ‘Gringasho’”, refiere la psicóloga.
Para el psiquiatra Freddy Vásquez Gómez, un niño maltratado difícilmente podrá recuperarse, puesto que las terapias apenas le disminuirán los miedos y le harán recuperar su autoestima.

La violencia contra niños repercute también en síntomas de depresión y ansiedad, así como en conductas autolesivas que pueden llevar a intentos de suicidios. Según el doctor Vásquez Gómez, muchos casos de personas con tendencias suicidas reportan haber sido maltratados cuando tenían menos de 15 años.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil también trae como consecuencias un mayor consumo de tabaco, alcohol y drogas. Asimismo un mayor número de obesos, comportamientos sexuales de alto riesgo y embarazos no deseados.

¿Qué dice la ley?
Por increíble que parezca, las leyes peruanas permiten a los padres castigar a sus hijos.

El artículo 423 del Código Civil dice que, dentro de los derechos y deberes de los padres, estos pueden corregir moderadamente a sus hijos y, cuando su acción no sea suficiente, pueden incluso recurrir a la autoridad judicial para solicitar su internamiento en un establecimiento de reeducación de menores.

Modificar o derogar ese texto es el objetivo de varias instituciones, como Acción por Los Niños.
Lourdes Febres, directora de dicha institución, sostiene que no se puede hablar de corrección moderada, porque la realidad nos dice que cuando los padres están con ira no se miden en el castigo. “Las estadísticas hablan por sí sola”, refiere.

En los últimos años varios proyectos de ley se han presentado en el Congreso para prohibir los maltratos, sin embargo, ninguna se ha aprobado, según Febres, por desidia de los parlamentarios.

El magistrado de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, doctor Tullio Bermeo Turchi, considera que el maltrato infantil no se soluciona con derogar o modificar leyes, sino con valores para que los hijos crezcan sabiendo respetar a los demás. “Y esa función obviamente les compete a los padres”, sostiene.

Lo que está pasando ahora, dice Bermeo Turchi, es que la mayoría de los padres han claudicado en su obligación de formar, para solo preocuparse en proveer cosas materiales a sus hijos.

Por esa razón, el magistrado considera que a los padres no se les puede quitar el derecho de ejercer su autoridad sobre sus hijos, porque de lo contrario cuando los chicos crezcan ellos no podrán controlarlos.

“Si bien la ley dice que podemos internarlos, lo cierto es que no existe en el país un lugar adecuado para los niños rebeldes, lo que hay son centros para chicos que han cometido faltas”, dice el magistrado.

Por su parte, la representante de Acción por Los Niños sostiene que se debe trabajar fuertemente en la prevención con los padres y maestros, haciéndoles ver que con amor, tolerancia y comprensión también se logran corregir a los chicos.  (Redacción)


20 DE NOVIEMBRE
Es el Día Mundial del Niño, según la resolución 836 de la Asamblea General de la ONU.

¿Qué es la violencia infantil?
Se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.

FACTORES SOCIALES Y COMUNITARIOS
Según la ONU, hay diversas características de las comunidades y las sociedades que pueden aumentar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas están las desigualdades sociales y de género; la falta de vivienda adecuada o de servicios de apoyo a las familias y las instituciones; los niveles elevados de desempleo o pobreza; y la disponibilidad fácil del alcohol y las drogas.


Asimismo las políticas y programas insuficientes de prevención del maltrato, la pornografía, la prostitución y el trabajo infantiles; y las normas sociales y culturales que debilitan el estatus del niño en las relaciones con sus padres o fomentan la violencia hacia los demás, los castigos físicos o la rigidez de los papeles asignados a cada sexo.

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