jueves, 18 de abril de 2013

Familia destrozada, hoy está restaurada


Testimonio del Domingo

Un esposo adicto al alcohol y diabético. Una esposa que era constantemente golpeada juntamente con sus ocho hijos. Este es el diagnostico de una familia que podría estar  destrozada por el rencor y el odio. Pero un día Silvia Quinto Matías que es casada con Edel Rivera Chaves decidió cambiar su historia. Ella vio a través de la televisión el programa de la Comunidad Cristiana del  Espíritu Santo, conoció la iglesia.  Por causa de la fe de la señora Silvia algo muy lindo se pasó en su hogar. Ellos conocieron la paz, el perdón, el amor. “Mi hogar estaba destruido. Mi esposo me golpeaba porque tomaba mucho y se transformaba en un hombre muy agresivo. No había respecto  entre nosotros. Los maltratos psicológicos y él físico eran constantes” dijo. 
La hija Juliana Rivera Quinto que es obrera del Señor dijo que no sabía lo que era una familia de verdad. “Mis hermanos y yo siempre veíamos como mi papa golpeaba a mi mamá. No sabía lo que significaba una familia. Nuestra vida era completamente destruida. Había mucho rencor y odio que crecía a cada día más” afirmó.
Hijo intentó matar su padre 
El odio era muy grande entre padre e hijo. Leonardo Rivera no iba bien con su papi a causa de que él golpeaba su mamá. El odio generó que Leonardo quisiera matar a su progenitor. 
“Yo entiendo de mecánica y mi padre estaba arreglando su coche y yo agarré el alicate queriendo cortarle las venas. Yo tenía una bronca con mi papa. Pero ahora, estamos bien. Tenemos respecto y amor uno hacia al otro. Dios hizo una transformación grande en nuestra vida”, confesó.
Una nueva y linda familia
No hay precio para la restauración de una familia y la decisión de Silvia de seguir perseverando con sus oraciones por sus entes queridos provocó un grande cambio en todos ellos. “Hice mis cadenas todo los días, de poquito a poquito mis hijos aceptaron a Jesús y mi esposo está transformado. Ahora estamos bien, mi esposo ya no me pega más, es amable conmigo y con nuestros hijos. Estamos curados de las enfermedades. Todo está cambiado y gracias a Dios estamos firmes en la fe”, declaró.

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