jueves, 25 de abril de 2013

¿Podrá gobernar Nicolás Maduro?


Nicolás Maduro asumió la presidencia en medio de protestas. Con los retos que tiene por delante tanto en el tema económico como de seguridad, esa falta de apoyo puede ser crucial para la estabilidad y la gobernabilidad de Venezuela.

“No te reconozco si no me reconoces”, dijo en una de sus muchas intervenciones televisadas de esta semana el presidente electo de Venezuela Nicolás Maduro a su excontrincante en las elecciones del domingo 14 de abril Henrique Capriles.
No es un simple asunto de reciprocidad personal sino institucional porque Capriles es gobernador del central estado Miranda, uno de los más importantes del país y asiento de casi la mitad de la ciudad de Caracas. Es decir, un interlocutor importante del gobierno nacional.
La verdad es que en Venezuela gobierno y oposición se han hablado poco en estos 14 años de la llamada revolución bolivariana fundada por Hugo Chávez.
Pero sin la figura casi todopoderosa que fue Chávez, muchos se preguntan si Maduro podrá gobernar el país en esas condiciones y además sin contar con el amplio apoyo popular del que solía gozar su predecesor.
El problema de la gobernabilidad
La profesora de teoría política de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, Colette Capriles estima que “las condiciones de gobernabilidad no están dadas”, pero asegura que no se deben únicamente al reclamo sobre el proceso electoral que hace la oposición.
“Tenemos un gigantesco problema de gestión pública, estamos en una crisis económica, de servicios, social y todo en un contexto internacional económico que no es muy favorable”, afirma Capriles, quien no tiene parentesco con el líder opositor.
“Y además hay una crisis de conducción dentro del gobierno de Maduro” afirma Capriles, reflejando la opinión de algunos que la ajustada victoria electoral tuvo un impacto dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, acostumbrado a gobernar con cómodas ventajas.
Esa coyuntura única en la historia del chavismo para debilitar la gestión de Maduro podría ser aprovechada por la oposición.
Solución simple
“No está planteada la deslegitimación del gobierno de Maduro. Lo que está planteado no es el reconocimiento o no reconocimiento, lo que está planteado es el reconteo. El reconocimiento es el resultado de la evaluación del proceso de votación”, afirma Colette Capriles.
Ese procedimiento puede decidir el futuro de un eventual entendimiento entre Maduro y sus detractores.
“El gobierno venezolano puede estar calculando que el diálogo sería lo más útil. Pero a algunos dentro del gobierno les puede parecer que abrir el dialogo es una señal de debilidad hacia una oposición a la que ven como muy agresiva”, explica el profesor de la Universidad de Drexell en Filadelfia, Giogio Cicarello.
Opción radical
A juzgar por el tono discursivo adoptado desde que ganó las elecciones el domingo 14, el presidente Maduro piensa “radicalizar la revolución”, lo que para muchos equivaldría a cerrarle la puerta al diálogo político.
Cicarello considera que la profundización del proceso bolivariano “no va a alinear al centro a la oposición” porque cree que el proceso abarca aspectos “que la gran mayoría apoya, como democracia directa, los consejos comunales y lucha contra la corrupción”.
Opina que una posible estrategia gubernamental sería la de agudizar el conflicto, aunque reconoce puede ser fatal para un proyecto político y pone el caso de 2002, cuando el presidente Chávez se tranzó en una pelea con la oposición que terminó en su breve derrocamiento. (BBC MUNDO)

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