jueves, 12 de marzo de 2015

Crece el embarazo infantil


A pesar de los esfuerzos del Estado, cada vez más adolescentes menores de 18 años se embarazan, situación que los lleva abandonar la escuela para poder asumir roles de adultos.

El embarazo infantil en el Perú habría aumentado, sobre todo en las regiones de la selva, Ello se desprende del reciente informe de seguimiento a los compromisos adquiridos en la Plataforma de Acción de Beijing-Perú, firmado hace 20 años, y que fue recientemente publicado.
Esta situación ha hecho, según Elena Zúñiga, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas y del Mesagen (Mesa de Género de la Cooperación Internacional), integrado, entre otros, por la OIT, ONUDD, JICA, etc., que las adolescentes abandonen sus colegios o no culminen su educación motivadas por la necesidad de trabajar para dar de comer a su hijo, labores domésticas o el cuidado de sus hermanos.
Es el caso de Ana, una niña de 14 años que luego de salir embarazada  dejó de estudiar para dedicarse a su hijo, a quien carga sobre sus espaldas cada vez que sale a las calles para vender golosinas.
La falta de políticas educativas en los colegios y las universidades, a lo que se suma el consumo del alcohol y el mal uso de las redes sociales, ha hecho que la sexualidad hoy en día deje de ser un tabú para ser practicado, muchas veces sin la información necesaria sobre sus consecuencias.
No por algo 13 de cada 100 adolescentes de 15 a 18 años ya son madres o están embarazadas por primera vez.
Daniel Aspilcueta, director de Inppares, dice que esta situación es muy preocupante porque frustra el desarrollo de vida de la mujer, de ahí que el 24% de las adolescentes embarazadas estén por debajo del quintil inferior de riqueza.
Otras consecuencias
Los embarazos a muy temprana edad forman parte del patrón cultural de algunas regiones y grupos sociales, pero en las grandes ciudades generalmente no son deseados y se dan en parejas que no han iniciado una vida en común; lo que generalmente termina con el abandono de la mujer y del hijo, configurando así el problema social de la madre soltera. Muchos de estos embarazos terminan en abortos practicados por personas sin la debida formación profesional y en condiciones sanitarias inadecuadas, ya que los servicios médicos especializados son escasos y costosos.
De acuerdo con la Encuesta Demográfica y Salud Familiar (Endes), la mortalidad materna infantil (12 a 17 años) en el 2012,  fue de 22% en Loreto y San Martín y 21% en Áncash.
Para reducir estos índices preocupantes, la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza recomienda, entre otras cosas, se apruebe el Nuevo Código del Niño y Adolescente, donde se reconozca los derechos sexuales y reproductivos de los/as adolescentes mayores de 14 años. Asimismo se realicen campañas de sensibilización para informar a los y las adolescentes sobre sus derechos en materia de salud sexual y reproductiva, en particular sobre la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos precoces. (Redacción)



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