jueves, 1 de agosto de 2013

¿Cómo superar el estrés por tráfico vehicular?


El salir corriendo de la casa para tomar un bus y escuchar casi a diario los bocinazos de los autos genera estrés, una enfermedad que si no es tratada a tiempo puede generar la muerte.

Juan, como muchos peruanos de a pie, tiene que estar temprano en la calle para poder llegar a tiempo a su trabajo. En el trayecto, él debe soportar bocinazos, empujones y pisotones, que como es obvio, lo deja fastidiado y muchas veces irritado. 
Acumular el fastidio, las frustraciones y las emociones desagradables que padecemos casi a diario en las calles y pistas del Perú, a menudo se resume en una cosa: “estrés”.
Para Carmen Mendoza, psicóloga del Albergue San Juan Bosco, la aparición del estrés en las personas depende en gran parte de la carga social a la que están expuestas.
Mientras unos se angustian y hasta se desesperan cuando tienen estrés, otros en cambio se irritan. Esto se debe, según la especialista, a que cada uno posee una personalidad y temperamento diferente.
Por otro lado, Carlos Bromley, psiquiatra del Ministerio de Salud, aclaró que  la salud mental no es la única perjudicada. “A nivel físico, pueden presentarse las enfermedades cardiacas, las enfermedades de la piel y las enfermedades respiratorias”, sostiene Bromley.
Los peatones tienen estrés agudo porque están desesperados en llegar a la hora a su trabajo o estudios y no es posible programarse con anticipación, precisa el psiquiatra.
Agrega que los conductores viven en un estrés permanente, crónico y continuado por estar 15 horas sentados lo que conlleva a determinados problemas de salud como dificultades gastrointestinales, porque no tienen una hora adecuada para almorzar y comen muchas frituras, estreñimiento, afecciones en la columna, obesidad o diabetes.
Para manejar este problema, Carmen Mendoza recomendó organizar mejor el tiempo a fin de reservar un espacio para la actividad física o deportiva. Además resaltó la importancia de alimentarse bien, tomarse un breve descanso durante las horas de trabajo, etc.
“Cuando empecemos a sentir señales como oídos taponeados, sensación de pesadez en la cabeza y somnolencia es conveniente parar y respirar como si llenáramos un globo que tenemos en el estómago. Esta respiración relaja nuestros músculos y hace que nos desconectemos del ambiente caótico” señaló Mendoza.
Ambos especialistas pidieron mejorar los hábitos de vida en el caso de los conductores y tolerancia para el usuario y choferes ante el caos vehicular.

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