jueves, 10 de octubre de 2013

¿Están nuestras viviendas preparadas para un sismo?


Por lo menos 2 a 3 movimientos telúricos al día sufre el Perú. Esta realidad debería llevarnos a tener viviendas seguras. Sin embargo el último sismo de setiembre donde colapsaron cerca de 200 casas en Arequipa y otros departamentos nos dice que no se está tomando en cuenta este detalle, ¿por qué?

A solo 15 días de haber sido remecido el sur del Perú con un sismo de 6,9 grados de la escala de Richter, nuevamente un temblor de regular intensidad alertó a varios departamentos de esa parte del país. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro que tuvo una magnitud de 4,5 grados se registró al medio día del lunes último en la costa de Mollendo, Arequipa.
Con este temblor, ya suman 201 los sismos de mediana intensidad que se registraron en el Perú en lo que va del año, de los cuales 20 fueron sentidos en Lima, 4 en el Callao y el resto en los otros departamentos. 
Según estadísticas del IGP, los meses en los que se reportaron más sismos fueron julio (30) y abril (20), seguidos de marzo (18), mayo (17) y junio (17). La magnitud de los movimientos telúricos en los seis primeros meses fluctuó entre 3,7 y 5,7 en la escala de Richter, siendo la de Lima la que alcanzó una magnitud máxima de 5,1, el 18 de junio.
Hernando Tavera, director de Sismología del IGP, señala que la red sísmica de su entidad detecta por lo menos 2 a 3 movimientos telúricos al día, algunos de los cuales no son percibidos por la población.
Por ser un país ubicado en una región altamente sísmica, el Instituto de Defensa Civil realiza todos los años una serie de simulacros que preparen a la población ante un sismo real. El último se realizó el jueves 10 de octubre.
Si bien los simulacros son importantes para minimizar los desastres que provocan los movimientos telúricos, el problema que ahora preocupa a muchos especialistas es cómo están las viviendas donde nos encontramos, cómo fueron edificados y si estas han respetado los procedimientos técnicos requeridos para las construcciones.
De acuerdo con el informe sobre Gestión de Riesgo de Desastres en la capital  publicado por el Observatorio Lima Como Vamos en enero del 2012, de ocurrir un sismo de más de 8 grados en la escala de Richter en Lima, los distritos más afectados serían Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra y Comas.
Precisamente en esos distritos se puede observar varias autoconstrucciones, que se han hecho sin ningún sustento técnico y por lo mismo son más vulnerables en caso de un sismo.
En el terremoto de Pisco del 2007, el 80% de las construcciones se fueron al suelo justamente por este detalle.
¿Por qué las personas no valoran sus vidas? Según el ingeniero civil Jorge Altamirano, el punto pasa por una cuestión económica. “Mientras un profesional, te puede cobrar 13 mil soles para hacerte los planos y supervisar  la construcción de una casa de 100 metros con material noble, un albañil lo hace por mucho menos”.
“Si queremos contar con viviendas seguras es necesario que estas cuenten con un diseño que asegure la estabilidad de la estructura frente a cargas y fuerzas externas, eso significa que deben contar con planos y que sean construidas por profesionales”, asegura Altamirano. 
Otro serio problema que muchas veces pasa desapercibido por las personas son los suelos sobre el que se levantan las viviendas. “No todos los suelos se comportan igual ya que cada una tiene sus propias características. Por ejemplo, Ventanilla presenta un suelo con bastante contenido de agua que lo hace peligroso. Lo mismo sucede en Villa El Salvador y en  algunas zonas de Chorrillos. Pero también están las zonas de suelos arenosos, como Lurín y la parte alta de Villa El Salvador”, dice el ingeniero.
Esto no quiere decir que los suelos de estos lugares son inservibles para la construcción de inmuebles. “Lo que se debe hacer primero es estudiar de manera detallada el tipo de suelo, para después hacer una construcción de acuerdo al lugar. Se puede decir que no hay suelo malo. Eso lo saben los arquitectos y los ingenieros civiles”, afirma el especialista.
Fiscalización
De acuerdo con la Ley Orgánica de Municipalidades, los gobiernos locales tienen entre sus funciones otorgar licencias de construcción. A decir del vicecomandante de Bomberos Lima Sur, Ricardo Cajo, esto les obliga a fiscalizar las obras y hacer seguimientos de las licencias de construcción que ellos otorgan en función a los planos que los interesados les han hecho llegar.
Si bien en la teoría las municipalidades están obligadas a cumplir con esas funciones, en la práctica vemos que muy pocas las cumplen. “La mayoría recién actúan cuando de por medio existe una denuncia, de lo contrario no fiscalizan”, dice Cajo.
Existe un silencio sísmico en Lima de casi 40 años, solo cuando ocurra un terremoto sabremos qué pasará, y si realmente nuestra ciudad está preparada. Lo más probable es que tengamos que pasar factura por todos los errores y negligencias cometidas, y lo lamentable es que sería con nuestras propias vidas. (RV)

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