jueves, 3 de noviembre de 2011

“Falta una ley para invertir en la cultura”

Para Lorenzo Moncloa la lírica y el canto le vienen de familia. Trabajo al lado del productor teatral José Tamayo. Para él, en el país falta más infraestructura para desarrollar esta actividad cultural



-¿Por qué se inclinó por el mundo de la Lirica?

- Por mi familia. Mi abuelo era tenor, mi tío era director de ópera del Liceo de Barcelona, mi madre fue la primera mujer directora de orquesta en España, mi hermana Catalina debutó cantando “Marina” a los 19 años, etc. Como ve, era difícil no dedicarme a la música.

-¿Cuándo fue la primera vez que subió a un escenario?

-A los 17 años empecé haciendo figuración. Al año siguiente después de estudiar un año de canto entré al coro y es allí donde empezó mi carrera, lo cual me siento muy feliz porque esto es mi vida.

-Ser tenor implica mucha responsabilidad, en su caso, ¿qué tuvo que dejar para estar en el sitial donde hoy está?

-Bueno, las cosas típicas de los cantantes: cuidarme mucho de no resfriarme, de tomar bebidas frías, salir de noche, evitar sitios con humo, etc. Aunque reconozco que me cuido menos porque me gusta mucho vivir la vida.

-¿Qué tal la experiencia de trabajar con José Tamayo, quien es uno de los directores teatrales más importantes de España?

-El maestro Tamayo fue uno de los grandes revolucionarios de la escena, cada montaje era una lección de lo que se puede hacer en el escenario. Fue un lujo del que no me olvido y del que he sacado bastante conocimiento para las puestas en escena que llevo a cabo.

-¿Por qué en el Perú ser tenor es muy complicado?

-Porque falta una infraestructura sólida para apoyar el arte y en el caso de la lírica, es una rama del teatro de las más caras, y eso se nota. Y es que para cantar hay que tener donde, y con tantas buenas voces que da el Perú, faltan oportunidades para todos.

-¿Qué debe pasar en el país para que exista una revolución cultural?

-Lo primero es que se haya una ley que anime al capital privado a invertir en cultura. Luego iniciar campañas escolares para que los más jóvenes incluyan el teatro dentro de sus actividades de ocio. Así dentro de un tiempo, no muy lejano, tendremos un público que, no solo acude al teatro, sino que demandará más y mejores espectáculos. Eso es beneficio para los artistas, para el arte ya que hace mejores personas, más sensibles, más educadas, que saben vivir más y mejor la vida.

-¿Qué proyectos tienes a corto y mediano plazo?

- Estoy interpretando “El dúo de la africana” y la “Historia de nuestra Zarzuela”. Posteriormente hare conciertos navideños de opereta y zarzuela. Para el año que viene estrenaré “Leyendas de Becquer” y cantaré en el “Teatro de la Zarzuela” de Madrid “El relámpago” de Barbieri. Y alternando todo el tiempo con el espectáculo de tenores “Tributo al Divo”. Para unos tiempos difíciles no está nada mal, aunque me gustaría dejar un hueco en la agenda para ir a cantar a Perú.

-¿Tiene algún proyecto en mente en nuestro país?

-De momento no hay nada firme, pero me gustaría muchísimo. El proyecto con el que me gustaría presentarme es el de “Tributo al Divo”, ya que impresionaría a todo el mundo, no solo a los amantes de la lírica, sino a cualquier aficionado a la música.

-¿En qué momento de su carrera profesional se encuentra?

-Estoy entre el canto y la dirección escénica, aunque me encuentro muy a gusto con ambas facetas, ya que me obliga mucho a la creación. De hecho me encargan cinco o seis espectáculos al año de distinta índole y a veces le dedico mucho más tiempo del que debería y luego me toca correr con la música que tengo que cantar.

-¿Qué mensaje le diría a los jóvenes que desean iniciarse como cantantes liricos?

-Que no desistan, y alternen el canto con su vida cotidiana hasta que el teatro les dé su oportunidad. Ahora bien cantar no solo es tener voz, hay que saber interpretar, tener una imagen, inclusive tener ciertas relaciones públicas.


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