jueves, 10 de noviembre de 2011

Tenga cuidado con las tarjetas de crédito


Como viene aconteciendo desde hace algunos años, durante las fiestas navideñas y de fin de año la mayoría de peruanos suelen adquirir varias cosas, ya sea para su uso personal o simplemente para regalar.
Precisamente en estas fechas, el uso de las tarjetas de crédito se hace más frecuente.
No cabe duda, que esta forma de pago cuenta con ciertas ventajas tales como mayor seguridad y comodidad respecto al efectivo, validez en casi todas las tiendas y restaurantes, así como la posibilidad de utilizarla en otros países.
Sin embargo, para muchos usuarios se ha vuelto toda una pesadilla al hacer uso de ella de manera deficiente, convirtiéndose en la fuente más grande de todas sus deudas. Si desea conocer algunos de los espejismos y riesgos que conllevan las tarjetas de crédito, además de las consecuencias que existen, lea este articulo.
No todo lo que brilla es oro
Muchos agentes bancarios afirman que el uso de una tarjeta de crédito es como “comprar con dinero virtual”.
Ante la posibilidad de obtener un crédito superior a los ingresos de uno, esta situación en ocasiones nos impide darnos cuenta que deberíamos cubrir ciertas cuotas, como pagar algún cargo de interés por las compras.
Ante los múltiples compromisos que tenemos en el trabajo y en el hogar, es frecuente que olvidemos el día exacto en el que debemos cubrir el pago de la tarjeta, debiendo pagar la concebida multa por pago retrasado.
Existe una sensación de que el límite de crédito jamás es suficiente para cubrir las compras. A pesar de que somos conscientes de la dificultad de pagar el tope actual, casi nadie es capaz de desaprovechar la oportunidad de aumentarlo. Así, se cae en el error de no pensar en cómo enfrentar el compromiso, antes de asumirlo.
Muchos conocemos estas atrayentes, y a la vez, peligrosas promociones típicas de días especiales como la navidad en las que nos ofrecen “un extraordinario interés por los próximos 6 meses”. Para nuestra decepción, el interés vuelve a subir, y es mayor la pérdida que la ganancia.
Es molesto no darse cuenta en qué momento aumentó la tasa de interés de nuestra tarjeta de crédito. Esto sucede con más frecuencia con aquellas que hemos tenido por mucho tiempo, ya que al recibir la información de la misma a través del correo, es cada vez menor la atención que se presta a la correspondencia bancaria. Error, ya que es ahí donde se nos informa de modificaciones e incrementos.
El riesgo de manejarlas sin cuidado
Si la perdemos de vista durante cualquier operación corremos diversos riesgos, entre ellos la pérdida o robo de la misma, la duplicidad en cualquier cargo o una mala captura en el monto de un pago, regularmente con algún cero de más.
Son muy conocidos los casos de supuestos agentes bancarios que nos llaman por teléfono para ofrecernos premios o promociones, o que tocan a nuestra puerta para recabar información personal y de nuestra tarjeta. Se aprovechan de la sorpresa para actuar, evitando que se recuerde que la mayoría de los bancos envían por correo campañas publicitarias y que estos cuentan ya con todos nuestros datos, los cuales proporcionamos durante la apertura del crédito.
Algunas tarjetas nos ofrecen beneficios como membrecías validas en rebajas, o la acumulación de puntos en ciertas compras canjeables en mercancía o viajes a cambio de pagar una tasa anual. Es cierto que suenan atractivas, pero en general no necesitamos todos los años dichos privilegios, y en cambio, deberemos cubrir dicha comisión anualmente.
Hay un nuevo modo de usar las tarjetas de crédito llamado “anticipos de dinero”. Mediante esta opción podemos retirar dinero de los cajeros automáticos el cual será cobrado de la cuenta de nuestro plástico. El problema radica en que pudiera parecer un funcionamiento similar al de las cuentas de cheques o de ahorros, lo cual es falso: se nos puede cargar una cuota adicional y un interés más alto gracias a estas transacciones.
Consecuencias de su uso incorrecto
Despilfarrar a través de las tarjetas de crédito tiene en la mayoría de los casos efectos graves en la economía del consumidor.
Desde recargos, cancelaciones, endeudamiento y hasta embargo de bienes, son provocados por la falta de conciencia a la hora de usar esta forma de pago.
Además, en el futuro, los efectos pueden ser irreparables, ya que ciertos patrones e instituciones crediticias solicitan un reporte de su historial financiero.
Como vemos, el uso de las tarjetas de crédito es un arma de doble filo, que tanto puede colaborar en el sustento de nuestro hogar como ser la principal causa de conflictos económicos.

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