miércoles, 23 de septiembre de 2015

¿Qué tanto estamos preparados?


Chile fue sacudido por un terremoto de 8,4 grados Richter. En el Perú no acontece un sismo cercano a esa magnitud desde el 2007, y en el caso de Lima, desde 1940.

Con el terremoto ocurrido la noche del 16 de setiembre en Chile, ya son 3 los sismos que sacuden este país en los últimos 6 años.
Mientras en el 2010, el terremoto de 8,8 grados Richter ocasionó la muerte de más de 500 personas, la del 2014 y de este año solo dejaron 7 y 13 fallecidos, a pesar que ambos sismos superaron los 8 grados.
El bajo número de víctimas y de viviendas destruidas, a lo que se suma la serenidad de la mayoría de chilenos ante una tragedia de este tipo, llamó la atención de muchos países, que como el Perú están en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un área de 40.000 kilómetros donde se produce el 90% de todos los sismos del mundo.
¿Cuál es el secreto de los chilenos para no tener tantos daños y pérdidas ante un terremoto? Para el ingeniero Erick Cortijo, del Instituto Defensa Civil (Indeci), la respuesta está en la seriedad con que los pobladores y las autoridades de ese país toman esta amenaza. 
“Desde el terremoto de 1960 que tuvo una intensidad de 9,5 grados Richter, los chilenos no han dejado de prepararse para eventualidades de esta naturaleza, de ahí que los niños desde los 5 años ya participen de los simulacros”, sostiene el funcionario.
Otra razón se encuentra en la seguridad de las estructuras de los edificios en Chile, donde gracias a una norma muy estricta las personas como las constructoras están obligadas a usar hormigón armado, disipadores de energía y hacer estudios de suelo para levantar viviendas.
A diferencia de nuestro vecino del sur, en el Perú poco es lo que se ha aprendido de las diversas tragedias naturales que hemos vivido.
Si aconteciera una tragedia, muchos no sabrían qué hacer ni a dónde ir. Y esto acontece porque la mayoría toma en broma o no participa de los simulacros que se organizan. 
En el último simulacro del mes de mayo, por ejemplo, solo 5 de cada 10 peruanos participó del simulacro de sismo y tsunami que organizó el Indeci.
Esto demuestra, a decir del director del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Talavera, una gran desidia por parte de la población en participar en los simulacros, cuya preparación es fundamental durante y después de un sismo.
Para el funcionario del Indeci, es consecuencia de la falta de una cultura de prevención en los colegios, universidades e instituciones que no crean conciencia en la gente del peligro que representan los desastres naturales.
Servicio de alerta temprana
No solo las personas tienen que aprender mucho del país del sur, también las autoridades. Tras el terremoto, la Marina chilena activó la alerta de tsunami que provocó la evacuación de más de un millón de personas en la zona costera, quienes al cabo de algunas horas regresaron sanos y salvos a sus hogares.
De acontecer un tsunami en el Perú luego de un fuerte sismo, no solo habría una gran destrucción material, también innumerables muertos. Ello porque no contamos como Chile de un servicio de alerta temprana de tsunamis que permita la evacuación oportuna de miles de personas.
La noche del terremoto en Chile, por ejemplo, varios pescadores de la playa Santa Rosa, en Tacna, se encontraban trabajando en la orilla porque nadie les avisó que la Marina peruana había activado la alerta de tsunami.
Así como estos pescadores, en Tacna 1.831 personas, según el Indeci, se encuentran en peligro frente a un tsunami, y pese a ello, en dicho departamento, se carece de un servicio de sistema de alerta temprana. Esta realidad se da en casi todo el litoral peruano.
Viviendas precarias
En el país la mayoría de viviendas son autoconstruidas. Solo en Lima el 70% fueron edificadas de manera informal, sin ningún tipo de control urbano y asistencia técnica.
Basta recorrer la capital para observar que muchas viviendas se han asentado en áreas de alto riesgo y en zonas arqueológicas, porque no habido en las municipalidades un planeamiento en donde se diga que en dichos lugares no se podía construir.
Hace algunos días el coordinador nacional del Ministerio de Vivienda, Francisco Benel, declaró a la prensa que si los alcaldes tuvieran un Plan de Desarrollo Urbano no permitirían que las familias ocupasen zonas vulnerables, “pero como no lo tienen, por eso no hacen nada para retirar a esas personas”.
Sobre este punto, Hernando Talavera dice que para hacer un cuadro sobre los distritos vulnerables de la capital, se tiene que tomar en cuenta factores como la calidad de los suelos, tipos de construcción, ubicación de viviendas en base a la geología y más.
Teniendo en cuenta estos datos, ¿qué debemos hacer para minimizar los efectos de un terremoto? El representante del IGP precisa que “lo ideal”, antes de fundar una ciudad, es que se realice un estudio de suelos para tener una idea exacta de cómo se debe construir.
“Lamentablemente, en nuestro país, todas las ciudades ya están constituidas, lo único que queda es ver que pasaría. Tener la práctica, vivir la ocurrencia del peligro para luego corregir los errores”, sostiene.
Estando así las cosas, es fácil deducir que ante un terremoto y tsunami como lo acontecido en Chile, no estamos preparados en lo mínimo. Según el ingeniero Cortijo, solo en Lima y Callao morirían más de 60 mil personas y se destruirían unas 250 mil viviendas.
Tomando en cuenta que nos encontramos en una zona altamente sísmica, y  que en cualquier momento puede acontecer un terremoto, las autoridades – como también nosotros- debemos tomar conciencia de que precisamos preparamos ahora. Esto supone, dice el Ing. Cortijo,  participar más en los simulacros, y que los gobiernos (nacional, regional y local) destinen más recursos para hacer frente a cualquier desastre.
Chile lo hizo, y hoy solo llora la muerte de 13 personas, y 4 desparecidos. ¡Ojalá, aún estemos a tiempo! (Redacción)


DISTRITOS DE LIMA MÁS VULNERABLES
(Según suelos inestables y precariedad de viviendas)
Ventanilla
Callao
Chorrillos
Villa El Salvador
Rímac
Centro de Lima
Barrios Altos
San Juan de Lurigancho
San Martín de Porres
Lurín
Fuente: Instituto Geofísico del Perú.

PLAN FRENTE A UN SISMO
ANTES.- Refuerce las partes que pueden desprenderse de su casa. Ubique los productos tóxicos inflamables en lugares seguros. Tenga un botiquín a la mano donde debe tener analgésicos, calmantes, antipiréticos, antihistamínicos, etc. Cuente con una ruta de evacuación. Otros elementos a mano: lápiz, libreta, caja de fósforo y platos y cubiertos desechables.
DURANTE.- Si está en casa, busque refugio debajo de un escritorio, mesa, etc.; aléjese de las ventanas y puertas exteriores. En caso de estar en un carro, baje la velocidad y conduzca a un lugar despejado. Si está en la calle, no camine paralelo a la playa por causa del tsunami. Aléjese de edificios, árboles y cables de energía; tiéndase en el suelo. Si estuviera bajo los escombros, no encienda los fósforos ni levante polvo, cúbrase la boca con pañuelo y de golpes en un tubo o pared para que los socorristas puedan encontrarlo.
DESPÚES.- Compruebe si tiene heridas, escuche la radio para recibir instrucciones. Si está en un edificio no use ascensores, bajo con cuidado las escaleras. Si está en el cine, teatro, estadio, no grite, corra y salga sereno.
Fuente: United States Geological Survey (USGS)

PARA UNA CASA SEGURA
1.- BUENOS PLANOS.- Significa tener planos de arquitectura, de estructura, instalaciones eléctricas, y de instalaciones sanitarias.
2.- ESPECIALISTAS.- Supone un ingeniero civil, maestro de obras, operarios, peones, oficiales, etc.
3.- MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN.- Estos deben ser de buena calidad: fierro, cemento, piedras de zanja y de cajón, piedra chancada, hormigón, ladrillos, arena y agua.
4.- ELEMENTOS MÁS IMPORTANTES.- Para construir una casa segura se debe tener buenos cimientos, muros, columnas, vigas y techos.
Fuente: Universidad Nacional de Ingeniería.

NOTA
Este 27 de octubre a las 8 p.m. se realizará en todo el país un simulacro de sismo, tsunami y fenómeno El Niño. 

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