miércoles, 2 de marzo de 2016

Tendinitis, dolor intenso


No solo los deportistas lo sufren, cualquier persona está expuesto a esta dolencia, que de no ser tratada a tiempo, puede causar muchos problemas de salud.

La tendinitis es una de las causas más frecuentes en traumatología, que se presenta usualmente en la muñeca, codo, hombro, rodilla y tobillo.

Según el traumatólogo Eugenio Ferrer, la tendinitis es la irritación e inflamación de los tendones, que suele ser muy dolorosa.

Agrega que existen dos tipos de tendinitis. Una, es la aguda, que suele ser provocada por un golpe o un tirón. Y la otra, es la forma crónica, es decir, una tendinitis aguda que dura mucho tiempo.

A diferencia de lo que muchos creen, la tendinitis no solo suele afectar a los deportistas, cualquier persona está expuesta a sufrir de este mal, sobre todo los más jóvenes.

Marlene Labrin Custodio cuenta que su hijo José Manuel cuando tenía 15 años sufrió de un fuerte dolor en el “Tendón de Aquiles”, luego de jugar fútbol con sus amigos.

“Tras examinarlo, el doctor determinó que el tobillo de mi hijo estaba inflamado, por lo que le recetó antiinflamatorios y analgésicos para calmar la molestia”, refiere.

La tendinitis es causada generalmente por un golpe o por movimientos repetitivos, sin embargo existen otras razones.

De acuerdo con el doctor Ferrer, también se origina por alguna enfermedad reumática, por calcificaciones y por conflictos de espacio.

Richard Saavedra, cirujano ortopedista, sostiene que sea cual fuera la razón que lo origine, el elemento común en todos los casos de tendinitis es el dolor localizado en la zona del tendón, que comienza suave y luego se incrementa con el correr de los días.

Para comprobar el diagnostico, señala, el médico o especialista comprobará la existencia de dolor o sensibilidad especial forzando el músculo al que está unido el tendón que se cree afectado. La hinchazón en la piel y la sensación de calor también orientan el diagnóstico.

Tratar la tendinitis no es fácil, requiere de mucha disciplina del paciente. Según Eugenio Ferrer, el primer paso es aliviar el dolor y, al mismo tiempo, reducir la inflamación. Para ello, agrega, se usaran medicinas no corticoides.

En caso las pastillas no fueran suficientes, recomienda el uso de una férula o un dispositivo ortopédico removible en la zona afectada, así como la colocación de calor o frio para aliviar el dolor.

“Solo en situaciones extremas, cuando los procedimientos anteriores no dieron resultados, es que se optará por la cirugía”, sostiene.

Marlene cuenta que en el caso de su hijo José Manuel, él estuvo a punto de tener que caminar de por vida con la ayuda de una muleta, porque la tendinitis que lo afectó se había agravado.

El doctor Saavedra sostiene que cuando se produce la ruptura del tendón del tobillo, las posibilidades para volver a caminar normalmente son mínimas, casi imposibles.

En esas circunstancias, Marlene Labrin, que ya participaba de las reuniones de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, pidió a Dios para que curará a su hijo.

Luego de un tiempo, José Manuel, su engreído, logró caminar normalmente. “De eso, hace dos años”, afirma Marlene. (Redacción)

PREVENCIÓN
Para evitar la tendinitis, hay que tomar en cuenta lo siguiente:
- Reducir los movimientos repetitivos.
- No hacer sobrecargas de brazos y piernas.
- Ejercitar los músculos para que estén fuertes y flexibles.
- Mantener un peso adecuado.


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