Nuestro estado espiritual es muy importante porque puede influenciar en todos los aspectos de nuestra vida. Teodosia Huayhua Torres de Sánchez sabe de esto muy bien. Ella tenía una gran tristeza por haber perdido a uno de sus hijos. “Estaba en tratamientos con psicólogos por la muerte de mi hijo, pero nada conseguía hacer que yo mejorara emocionalmente, me volví una persona muy nerviosa y mi carácter cambió”, dijo.
La tristeza que traía en su corazón se convirtió en enfermedades para su cuerpo. “Tenía quistes en el hígado, también de la noche a la mañana me comenzó a dar fiebres muy altas y los médicos me detectaron neumonía, yo me preguntaba por qué seguía viva si solo paraba triste y enferma”, recordó.
Sus demás hijos se encontraban preocupados y desesperados. “Ellos me veían muy mal, ya que estaba internada y me habían colocado oxígeno”, afirmó.
En su vida económica había muchas trabas, nada le salía bien. “Al morir mi esposo dejó un juicio que él venia luchando desde hace cinco años, pero yo ya lo daba por perdido”, comentó.
Teodosia conoció el Cenáculo del Espíritu Santo por medio de la televisión y luego empezó a participar de la reunión de los Casos Imposibles. “Mi caso imposible era el juicio que ya estaba prácticamente perdido. Un día le dije a mi hijo que intentáramos una vez más con el juicio y él buscó un abogado y presentaron los papeles nuevamente, y hace poco ganamos el juicio, nos dieron lo que nos correspondía que fueron veinte mil soles, habló.
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