La
tecnología también llegó a la moda de la ropa. Hoy los científicos están
trabajando con telas hechas en laboratorios, algo que es más barato y respeta
el medio ambiente.
Collares con luces digitales, ropa con sensores ocultos,
cables… Todas estas propuestas dan la sensación de ser un tanto grotescas,
ideadas para rellenar un hueco que no necesita ser rellenado.
Sin
embargo, para algunos, el futuro de la moda no está en el diseño, sino en las
telas inteligentes, tejidos que incluso se pueden cultivar.
Ese
es el caso de la diseñadora Suzanne Lee, quien literalmente sabe cultivar su
propia ropa. La idea le vino después de leer un libro sobre cómo lucirá la moda
en 50 años.
La
diseñadora Lee cuenta que producto de una conversación que tuvo con un biólogo
estuvo recientemente en un taller cultivando ropa en un laboratorio.
Empleando
una mezcla de té verde, azúcar, bacterias y levadura, es capaz de
"cultivar" un material que ella describe como "cuero
vegetal".
La
tela necesita unas dos semanas para crecer y puede entonces colocarse en un
molde con el que se confeccionó un vestido, aunque bolsos y muebles también son
una posibilidad.
Pero
este material, aclaró, también puede cortarse y coserse al modo tradicional.
No
obstante, presenta algunos problemas dado que el material es biodegradable, por
lo que pasados cinco años la ropa no se puede llevar ya que se pudre.
Ingenieros de la
moda
Aunque
diseñar usando computadoras no es algo nuevo, su uso está poco extendido en el
mundo de la moda, algo que el diseñador francés Julien Fournie quiere cambiar.
Él
forma parte de un equipo integrado por ingenieros de Dassault Systemes, una
compañía de programación en Francia dedicada sobre todo al diseño 3D de autos y
vehículos para la industria aeroespacial.
Los
ingenieros trabajan en programas de diseño que puedan convertir los bocetos de
Fournier en una nueva colección.
Recientemente
Fournie ha experimentado con la confección de prendas de neopreno, un tipo de
goma. Es un material muy difícil de trabajar y según Fournie, la única forma de
hacerlo sería uniendo las piezas con pegamento.
"La
idea de un vestido acoplado con pegamento no es muy sexy", dijo, así que
presentó el problema a los ingenieros.
"Hallaron
la presión exacta que debe ejercer la aguja para no romper el material",
dijo.
El
programa puede también averiguar cómo ciertas telas se plegarán, algo que
ahorra la necesidad de experimentar con costosos materiales.
"Antes
solía esbozar desde el frente, desde atrás y desde los lados, y era difícil.
Ahora puedo diseñar directamente en 3D. Tengo una biblioteca digital de telas
para probar y puedo explorar nuevas formas y siluetas. Soy como un niño con un
juguete nuevo", dice Lee.
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