El Cenáculo del Espíritu Santo predica sobre el uso de la fe racional y, a través de esto, diversas personas han encontrado la solución para sus problemas alcanzando bendiciones y milagros. Este es también el caso de Luís Almeida, el cual, antes de llegar al Cenáculo, vivía una situación difícil. “Siempre tuve una vida normal, hasta el momento en que comenzaron a surgir los problemas. Hace más de 20 años que trabajo en la rama de automóviles, tenía un stand de automóviles, una estación de servicio y de oficinas de reparación de automóviles, mas no estaba vendiendo mucho y las deudas se comenzaron a acumular”, recordó.
La transformación
“Llegué al Cenáculo del Espíritu Santo, hace dos años, con mi vida completamente destruida. Tomé la decisión de ir al Cenáculo después de ver el programa en la televisión. Después de participar en la reunión, hablé con el pastor, le conté toda mi historia, y escuché atentamente todas las palabras que el hombre de Dios me decía. Allí me enseñaron a usar mi fe y comencé a colocarla en práctica. Los resultados fueron apareciendo y volví a tener éxito en los negocios!”, declaró Luís.
No a la crisis
“Escuché hablar de la Hoguera Santa de Israel y aún en medio de la crisis, participé con todas mis fuerzas, dejando mi todo en el altar de Dios. Como resultado las cosas comenzaron a ir mejor, volví a abrir la estación de servicio y las oficinas. Comencé a equilibrar mi vida financiera y, a partir de ahí, todo se comenzó a componer”, declaró Luís. “A través de los sacrificios que hice para Dios, obtuve las bendiciones, que están ahora a la vista de todos. ¡No tengo miedo de la crisis! ¿Y por qué debería tener? Tengo salud, a Dios en mi corazón, al Espíritu Santo y voy a luchar. Es esto lo que aprendemos en cada Hoguera Santa, a luchar y no quedar parados”, concluyó.
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