El caso de Max Barrios no sería el único. Toda hace indicar que existirían más jugadores participando en los diversos torneos de nuestras ligas con documentación falsa.
Mientras la afición peruana venía asimilando el caso del seleccionado sub20 Max Barrios, que según una denuncia no tendría 17 sino 25 años y que su padre habría falsificado documentos para hacerlo pasar como un menor, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Manuel Burga, muy característico a su estilo, acaba de terminar de echar más leña al fuego con unas explosivas declaraciones.
En una entrevista con un medio local, Burga ha señalado que el caso de Max Barrios es muy común en el fútbol amateurs, sobre todo en la liga de Tumbes donde muchos ecuatorianos son inscritos con documentos falsos para participar en las ligas y torneos de menores. Todo un escándalo.
Para el comentarista deportivo Jaime Guerrero estaríamos frente una mafia que estaría lucrándose de la necesidad de algunos jóvenes de querer hacerse de un nombre en el fútbol. “Lo que no saben estos chicos o sus tutores es que jamás van a poder llegar a las ligas mayores porque una mentira no se puede sostener toda la vida, y menos ahora con la tecnología donde es fácil contrastar la veracidad de la documentación que se presenta”, dice el periodista.
Por lo pronto, el escándalo originado por el caso Barrios ya le viene pasando la factura a nuestro país. Los principales noticieros de América Latina vienen comparándonos con los países africanos donde esta práctica es muy común.
Cabe señalar que no es la primera vez que nos vemos envuelto internacionalmente en un escándalo de esta naturaleza. En 1979 durante un torneo juvenil que organizamos se descubrió que el pasaporte de varios jugadores peruanos estaba fraguado.
Como dice Jaime Guerrero, si eso sucedía en esa época que cosa no habrá acontecido en todos estos años.
A nivel regional, el Perú no ha sido el único país envuelto en este problema. Según un artículo del diario “La Tercera” de Chile, hace años el futbolista brasileño Eriberto Silva de Conceicao, quien en realidad se llamaba Luciano Siquerira de Oliveira, fraguó una partida para aumentarse la edad.
Eriberto perteneció al equipo italiano Chievo Verona que era una verdadera revelación gracias a los goles del joven futbolista brasileño hasta que la Comisión Disciplinaria de la Liga Profesional de ese país le impuso una sanción de siete meses de suspensión por haber utilizado una identidad falsa.
El mismo diario señala que en el 2011 en el Ecuador se descubrió el caso del futbolista Rubén Orestes Reyes Zambrano, quien utilizó el nombre de su hermano Rubén Arturo que había nacido el 21 de mayo de 1994, en tanto que el usurpador tenía como fecha de su nacimiento el 24 de diciembre de 1991.
Para Jaime Guerrero es necesario investigar a fondo esta denuncia, ya que por lo visto hay muchos casos iguales. “Si el presidente de la FPF acaba de confirmar que esta práctica es muy común en las ligas de provincia eso quiere decir que habrían más jugadores con documentos falsos jugando en los torneos peruanos. Por el bien de nuestra imagen tenemos que averiguar quién o quiénes están detrás de todo esto inclusive investigar al señor Burga porque aparentemente habría incurrido en un delito al callar un hecho delictivo”, sostiene Guerrero.
No cabe duda que la novela Barrios recién empieza. Habrá que esperar en qué acaba todo esto.
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