Como en años anteriores, la edición del Dakar tuvo algunas sorpresas. Repasemos juntos los pormenores.
Luego de 20 días de extenuante competencia, entre parajes inhóspitos y agobiantes desiertos, la carrera automovilística más importante del mundo terminó. Es momento entonces de analizar lo que nos dejó esta dura prueba que llegó por segunda vez al Perú y que podría retornar el próximo año.
Como ya viene aconteciendo desde hace algunos años, la edición de este Dakar no dejó algunas sorpresas. Los que tenían que ganar se alzaron con el podio. Ahí tenemos al francés Stephane Pertehansel con once títulos y Cyril Despres con cinco, quienes se consagraron como los señores del Dakar en coches y motos. Mientras que en cuatrimotos, el argentino Marcos Patronelli logró su segundo título. En camiones se impuso el ruso Eduard Nikolaev.
Tras la partida en Lima y después de 14 días de competencia con más de 8 mil kilómetros de recorrido entre Perú, Argentina y Chile, no fueron pocos los afortunados en terminar la competencia. Según información proporcionada por la Amaury Sport Organisation (ASO), un 67% de los vehículos que partieron de Lima completaron la competencia, es decir, 299 de 449. En total, fueron 124 pilotos de motos, 26 de quads, 89 tripulaciones de coches y 60 camiones los que pasaron por el podio instalado frente al Palacio de la Moneda en Santiago de Chile para el fin de fiesta de esta competencia.
En lo que respecta a Perú, 14 de las 26 tripulaciones inscritas lograron sortear los desiertos peruanos, argentinos y chilenos. La participación de Ignacio Flores, ganador de la primera etapa en esa disciplina, es digno de resaltar. A pesar de no contar con toda la infraestructura que una competencia de esta naturaleza exige, terminó octavo en la general.
Otro que mejoró sus posiciones fue el motociclista Felipe Ríos, quien completó esta prueba y se colocó en la posición 28, con lo cual mejora ampliamente su actuación del año pasado en la que finalizó 49°. En coches, también sorprendió Pedro Gonzales-Orbegoso, que con constancia se colocó 34 en la general.
Otro aspecto que deja el Dakar es que los pilotos peruanos son cada vez más competitivos y, en general, las tripulaciones sudamericanas vienen demostrando buen desempeño.
Así tenemos que Argentina gracias a los triunfos de los hermanos Patronelli ya cuenta con cuatro títulos. Es el séptimo país con victorias en la prueba.
Tres podios son los que ha conseguido Chile en su historia. En esta edición sumó dos gracias al tercer lugar alcanzado por Chaleco López en la categoría de motos y el segundo puesto de Ignacio Casale en cuatrimotos.
Un dato a resaltar es que los aficionados en los tres países se duplicaron. La ruta peruana y sus desiertos cumplieron con el reto de desafiar a los pilotos y la organización casi fue impecable desde principio a fin. Este año no hubo muchos accidentes y muertes que lamentar como en otras ocasiones. De todas maneras quedará en la memoria de los presentes la dolorosa perdida del piloto francés de motos Thomas Bourgin, quien murió en la séptima etapa.
Entre las cosas a mejorar, queda la parte de la comunicación y coordinación entre ciertos niveles del Estado para que no se creen las suspicacias de daños al patrimonio natural y cultural; así como mayor preparación de la prensa nacional para hacer una mejor cobertura internacional, ya que los ojos del mundo se dirigen al país por donde transita la prueba.
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