jueves, 8 de septiembre de 2011

No hay que discriminarlos

En nuestro país existen alrededor de dos millones de personas especiales que merecen una oportunidad. Esta científicamente comprobado que poseen habilidades y capacidades para desenvolverse en el campo laboral, a pesar de ello el Estado los tiene abandonados


A pesar que las personas Down o con Autismo son tan nobles como inocentes, tiernos y adorables, así como responsables a lo hora de trabajar, nuestra sociedad llena de prejuicios lo único que ha hecho es excluirlo de muchas oportunidades y en algunos casos tratarlos mal.

En el Perú existen más de dos millones de personas que sufren de algún retardo, de las cuales un gran porcentaje provienen de hogares de escasos recursos, quienes al no contar con los medios económicos suficientes no pueden matricularlos para que estudien, ya sea porque existe pocas escuelas y por tanto las vacantes son escasas, sino también porque son caras, condenándolos con ello a pasar una vida llena de vicisitudes. Y es que en el país por más que se diga que la educación es gratuita en la práctica ese precepto no se cumple. Si la educación normal pasa por una serie de problemas, ya sea por escaso presupuesto, falta de escuelas, de equipamiento o de buenos profesores, imagínese usted las dificultades que afronta la educación especial.

Las cifras no mienten, en el país solo hay algunas docenas de centros educativos especiales (la mayoría privadas) para atender a la cada vez más creciente población infantil especial, es decir, existe un déficit considerable de personas especiales que no estudian y que pasan los días en sus hogares siendo una carga para sus padres.

La falta de oportunidades para poder estudiar y ser alguien en la vida de esta población no es el único reto que ellos tienen que vencer. Su lucha también se da en el campo laboral, donde por el concepto equivocado que tienen la mayoría de personas sobre su capacidad les ha sido difícil encontrar un trabajo.

El gobierno anterior con el fin de reconocer los derechos de las personas discapacitadas, donde se incluyen los que sufren del Síndrome de Down y Autismo, dio la Ley 27050, por el cual toda institución estatal está en la obligación de dar trabajo a estas personas.

Gracias a esta norma, algunos de estos jóvenes especiales vienen actualmente laborando. Lamentablemente son pocas las instituciones que han acatado esta norma, como nos dice la jefa del Programa de Defensa y Discapacidad de la Defensoría del Pueblo, Malena Pineda.

Según la funcionaria, aún existe un alto grado de prejuicios en algunas autoridades públicas con respecto a estas personas. “Ni aún la multa de 12 UIT por no cumplir con dicha norma los ha persuadido”, refiere la defensora.

La familia es esencial

Para el coordinador del Área de Inclusión a la Vida del Centro Ann Sullivan del Perú, Eduardo Burgos, ellos merecen una oportunidad para gozar de una educación de calidad, a la salud, a un trabajo como cualquiera de nosotros porque hay que recordar que su problema es genético y no se debe discriminar a nadie.

Según Burgos, en su institución los niños Down y Autistas reciben una educación especializada donde se les inculca valores éticos y morales, así como conocimientos básicos de adaptación al mundo externo que le servirá para poder desenvolverse con toda normalidad.

Otro de los aspectos importantes en la fácil adaptación de la persona especial, es el entorno familiar, ya que este juega un rol protagónico a la hora del trabajo dentro del hogar. Para Burgos, una de la labores fundamentales es la de educar a la familia, porque ellos van a garantizar el éxito del paciente. “Es por eso que hemos creado una escuela de padres que se reúnen cada 15 días, en donde participan no solo los progenitores sino también todo el entorno de la persona especial. Ello ayuda al menor a que pueda realizar sus quehaceres domésticos y educativos supervisados por sus familiares y estos a su vez saber cómo ayudarlos a corregir sus aptitudes”, acota el especialista.

Requieren mayores cuidados

Las personas Down tienen defensas bajas, por lo que están expuestas a una serie de enfermedades, nos refiere el doctor y psiquiatra Jaime Ramírez.

El galeno sostiene que dentro de las enfermedades más comunes dentro este grupo poblacional están los depresivos que son muy peligrosos, debido a que podría degenerar en cuadros agudos de aislamiento de su entorno, que perjudicaría su desarrollo. “Por lo general estos cuadros se presentan debido a la dejadez de sus familiares, quienes no les brindan las atenciones necesarias”, refiere Ramírez.

Los cuadros de anemia son también muy comunes entre esta población, mientras dura su aislamiento, por lo que hay que tener cuidado ya que este cuadro puede generar que aparezcan enfermedades oportunistas.

Otro de los puntos importantes que refiere el galeno es con respecto al cuidado que deben tener sus padres con respecto a los cambios hormonales cuando el paciente ingresa cronológicamente a la adolescencia, ya que se activan las hormonas sexuales. “Esta etapa es crítica para la familia, debido a que la atracción hacia el sexo opuesto se hace mas frecuente. En los varones la manifestación está mas marcada por lo que se recomienda mantener al adolecente vigilado el mayor tiempo posible debido a que los impulsos por conseguir pareja pueden generar bruscos cambios de humor, generando irritabilidad en algunos casos. En el caso de las mujeres el cambio es menor, pero no menos importante, lo que se recomienda también mantenerla vigilada de sus amigos frecuentes”, sostiene Ramírez.


Empleo con apoyo

Debido a los problemas de discriminación laboral, el Centro Ann Sullivan desde hace 15 años cuenta con el programa “Empleo con Apoyo” que busca incorporar a personas especiales al mercado laboral, de manera que puedan ser útiles a la sociedad.

Según Eduardo Burgos, el programa consta de varias etapas: imitar, seguir instrucciones, comunicar sus requerimientos y comunicar el principio y el fin de sus labores. De esta manera, refiere, después de 4 años estarán aptos para comenzar a trabajar.

“Hemos hecho estudios en donde podemos afirmar que las personas con algún tipo de deficiencia han mostrado signos de mejoría en el aspecto del lenguaje, razonamiento y sociabililización. Esto debido a que el ambiente en la que trabajan tendrán contactos con personas que los tratarán como si ellos fueran normales, esto hace que su autoestima y su confianza crezcan y así se agilice el proceso de adaptación”, enfatiza Burgos.

Prueba de ello es las historias de personas que narran que ellos también merecen una oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario