Luego de un mes intenso de trabajo que se inició el 15 de octubre, el IV Censo Nacional Agropecuario dio por terminada su labor. Ahora lo que se viene es evaluar la información recabada, que servirá a las autoridades para conocer la situación real en la que vive la población dedicada al sector agropecuario.
¿Pero qué tan importante es este censo para los agricultores del país?
Según el ingeniero José Lozada Correa, exdirector regional de la Agencia Agraria de Leoncio Prado, este censo más que revelar algo nuevo servirá para confirmar lo que todos ya sabemos o intuimos: que este sector está abandonado hace mucho tiempo.
“No vamos echar la culpa de esta realidad al actual gobierno, sería injusto. El problema data de muchas décadas atrás. Lo que sí esperamos quienes conocemos este tema, es que los resultados sirvan a las autoridades para elaborar planes y proyectos que realmente mejoren este sector, y que no vaya suceder como el censo que se realizó en la década de los 90 que no sirvió de mucho”, sostiene Lozada Correa.
Cabe recordar que el agro aporta el 8% del producto interno, alberga al 26% de la población nacional y produce el 70% de los alimentos que consumimos todos los peruanos; índices sobre los cuales hay mucho que trabajar, dice Lozada.
En el IV Censo Nacional Agropecuario se movilizaron 38,000 personas, entre censistas y funcionarios. El índice de rechazo fue tan solo de 0,04%, una de las más bajas que se tenga memoria. En los últimos censos agrarios la tasa de rechazo siempre osciló en el 2%.
La razón para que la mayoría de los agricultores aceptaran el censo probablemente se deba a que los censistas eran del lugar. O sea, hablaban su lengua natal y comprendían sus costumbres.
El último censo tuvo también como novedad la presencia de observadores internacionales. De Chile, Ecuador y México llegaron profesionales que destacaron el trabajo que realizaron los censistas y la metodología que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) empleó para realizar el censo.
Por ejemplo, la jefa del Departamento de Estadísticas Agropecuarias del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Chile, Ximena Celis, resaltó el trabajo de los revisores, cuya función fue evaluar la calidad de cada cédula censal que ya había sido resuelta por el censista y el productor agropecuario. “Los revisores han sido muy exhaustivos, cuidaban de los detalles y devolvían la cédula censal a los censistas si tenían que hacer alguna corrección”, sostuvo.
Los visitantes señalaron que la experiencia peruana servirá de mucho en sus países, ya que les permitirá conocer más de cerca la realidad de sus agricultores.
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