Niños y jóvenes vienen siendo maltratados, chantajeados y humillados en las redes sociales a través del ciberbullying, el sexting y grooming. Esto ha llevado a que muchos de ellos se depriman y hasta se suiciden. Mientras los operadores de justicia se sienten impotentes para castigar estos delitos, en el Congreso duerme un proyecto para combatir la ciberdelincuencia.
Hoy en día la mayoría de niños y jóvenes pasan más tiempo en sus computadoras, ipods, móviles o tablet que practicando cualquier otra actividad que no esté vinculada con la tecnología.
De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Tecnologías de la Información (INTECO) realizado en el 2010, 7 de cada 10 internautas de las redes sociales son menores de 22 años.
Si bien estos jóvenes considerados nativos digitales conocen perfectamente el medio, eso no significa que sepan los peligros al que se exponen cuando crean una cuenta en la Internet.
Desde hace unos tres a cuatro años cientos de niños y jóvenes de ambos sexos vienen siendo víctimas de gente inescrupulosa, que valiéndose de la tecnología los están sometiendo al ciberbullying, grooming y últimamente al sexting
Hace algunos días atrás una joven canadiense de 15 años llamada Amanda se suicidó luego de sufrir en You Tube abusos y ofensas contra su autoestima, tras haber colgado su exenamorado unas fotos íntimas de ella.
Al igual que Amanda, muchos jóvenes en el Perú se suicidan. Según la policía en los últimos tres meses, cinco adolescentes perdieron la vida por culpa de estas conductas de riesgo.
Si bien la muerte de todo menor es lamentable, lo que realmente preocupa es que los causantes de todas estas desgracias no puedan ser sancionados por la ley. La razón, es que delitos como el grooming o sexting no están tipificados en el Código Penal.
A decir, del doctor John Sánchez, experto en derechos informáticos, la tecnología ha desbordado al Código Penal, y de esto se están valiendo muchos inescrupulosos para delinquir a sabiendas que la justicia poco es lo que puede hacer para sancionarlos.
Y razón no le falta al doctor. Si uno revisa el actual Código Penal no va encontrar ningún artículo específico que penalice estos delitos.
“Mientras no tengamos una ley que sancione estos delitos, lo que tenemos que hacer es adherirnos sí o sí a la Convención de Budapest, que es la única que cubre todas las áreas de la legislación sobre ciberdelincuencia, al igual que hicieron más de 40 países para regular adecuadamente las normas que se emiten”, dice el letrado.
Por su parte el doctor Tulio Bermeo, fiscal de Familia del Ministerio Público de Huánuco, sostiene que ante el vacío penal existente lo único que le queda a los afectados es recurrir a la acción civil para solicitar una indemnización por el daño moral causado.
Enterrado como otros
Desde hace algunos meses atrás en la Comisión de Justicia del Parlamento existe un proyecto de ley del congresista Alberto Beingolea que penaliza los diversos delitos informáticos. Debido a la polémica que desató dicho proyecto, la actual presidenta de esta comisión, Marisol Pérez Tello, lo remitió a los asesores para un mejor estudio.
Sobre la suerte de este proyecto, la congresista señaló que no está considerado como prioritario para su grupo de trabajo.
Mientras el Congreso sigue ocupado en otros asuntos “de mayor interés”, historias como la de Amanda seguirán repitiéndose cada vez más en el país. Y en está preocupante realidad, como ya viene siendo costumbre, la mayoría de los padres son los últimos en enterarse de las pesadillas que viven sus hijos.
NO OLVIDE:
Ciberbullying.- Definido como el uso de los medios virtuales para atormentar, amenazar, hostigar y humillar a través del tiempo y de manera constante, a un o una menor.
Grooming.- Es un delito cometido por personas mayores de edad que se hacen pasar por menores para seducir, sobornar y hasta violar a sus víctimas mediante la extorción de contenidos sexuales, que la misma menor le proporcionó.
Sexting.- Es el acto de compartir por voluntad propia imágenes o videos de contenido erótico o pornográfico entre adolescentes.
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