Esta mujer sufría de hematomas en el cuerpo, lo que le causaba dolores muy intensos. “Solamente paraba en la cama, ya que no tenía fuerzas para caminar. Casi no vengo porque no aguantaba los dolores, pero al final vine en esta silla de ruedas. Cuando toqué en el manto los dolores se fueron. Me encuentro bien y sin ninguna molestia. Ahora sé que Dios existe y que hace milagros”, declaró.
¡No podía caminar sin las muletas!
Este joven llegó al Cenáculo atado a estas muletas para caminar, debido a que tenía mucho dolor en su pie derecho. “Hace tiempo me operaron de un quiste en el pie. Desde entonces sentía punzadas y tenía mucho dolor a la hora de caminar, por lo que usaba las muletas. Luego de tocar en el manto los malestares desaparecieron y ahora puedo movilizarme sin sentir dolor, ¡esto es un milagro de Dios!”, dijo.
¡Sufría de Osteoporosis!
La señora Pacheco se encontraba muy mal, ya que no podía llevar una vida con normalidad porque sufría de osteoporosis. “Sentía mucho dolor en las piernas para caminar. Me encontraba desesperada, porque las medicinas que el doctor me recomendó no me hacían nada. Después de tocar en el manto, puedo caminar sin dolor. Siento como si un peso hubiera salido de mi interior”, habló.
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