La señora Liz en su negocio propio, después de la Hoguera Santa.
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Testimonio de domingo
Una vida llena de sufrimientos era la que tenía Liz Rosa Tafur Arellan. “Tenía dolores de cabeza constantes, iba al médico y no me encontraba nada, me desmayaba y no conseguía saber la causa de estos males, así estuve por el periodo de dos años”, recordó.
También tenía muy mal carácter y no podía dormir en las noches. “Sufría de insomnios, tenía miedo a estar sola en la oscuridad y peleaba mucho con mis hermanos”, dijo.
Liz nos contó que su vida económica también estaba destruida. “Tenía deudas con los bancos de casi diez mil soles, también tenía trabas económica y no tenía trabajo”, mencionó.
En su casa había peleas constantes con su esposo, el señor Luis Alberto Farfán García. “Él estuvo sumergido en el vicio del tragamonedas y el alcohol, así se mantuvo por el periodo de cuatro años. Cuando llegaba era muy agresivo, peleábamos no solo verbalmente sino también físicamente, prácticamente estábamos a punto de separarnos”, aclaró.
A través de la invitación de una vecina, conoció el Cenáculo del Espíritu Santo, donde comenzó a obedecer la palabra de Dios y su vida empezó a cambiar. “Escuché hablar acerca de la Hoguera Santa de Israel y que cuando hay un desafío Dios siempre responde inmediatamente. Era vida o muerte, por eso acepté hacer el desafío, porque quería un cambio total. Como resultado de la Hoguera Santa el Señor Jesús me sanó y me liberó completamente de todos los males. Con mi fe en Dios y a través mis votos conquisté mi propio negocio, hoy tengo una tienda de colchones, que día a día crece más.”, habló.
Su esposo también fue liberado de los vicios y está con ella en la presencia de Dios. “Ahora mi esposo viene conmigo al Cenáculo y está en la misma fe que yo. Hoy puedo decir que soy una persona muy feliz, tengo paz en mi vida y en mi hogar”, finalizó.
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