¿Los resultados alcanzados por la selección peruana durante la era Markarián reflejan solo un problema del técnico, o como algunos estudiosos del fútbol afirman, que el tema pasa por la indisciplina y la baja autoestima del jugador nacional?
Adelantándose a su posible fracaso, el profesor Sergio Markarián en conferencia de prensa acaba de anunciar que no seguirá al frente del comando técnico si Perú no clasifica al Mundial de Brasil.
Para quienes hemos seguido el trabajo del profesor con el buzo nacional, estas palabras realmente sorprenden.
Ni bien llegó del Uruguay, Makarián dijo que si él no creyese firmemente en la clasificación del Perú al Mundial nunca hubiera aceptado el reto de dirigir a la selección. Dos años y medio después de estar en el país pareciera que su optimismo está por los suelos.
Mucha gente se estará preguntado por qué el entrenador hoy no tiene la misma convicción de hace algunos años atrás. Probablemente la respuesta esté en las palabras de Markarián cuando dijo que nunca un equipo de fútbol le había dado tanto trabajo en el tema de la disciplina.
Para un entrenador que trabajó en el Perú dirigiendo a la “U” en 1995 y luego al Cristal con quien logró llegar a la final de la Copa Libertadores en 1997, resulta incomprensible estas palabras. Él desde antes que aceptara el cargo de entrenador de la selección sabía muy bien como son muchos de los jugadores peruanos, hábiles y talentosos con la pelota pero renuentes al trabajo fuerte y la concentración. Por tanto, su previsible fracaso no podría darse por ese lado.
Como algunos comentaristas deportivos lo han dicho, el problema de don Sergio radica en su terquedad por seguir jugando con nombres en vez de hacerlo con hombres. Salvo el partido con Bolivia donde se la jugó con jugadores casi nuevos y donde por poco ganamos, en el resto de los partidos de las eliminatorias siempre hecho mano de los “europeos” a pesar que algunos de ellos no estaban como titulares en sus equipos.
Si bien matemáticamente aún tenemos opciones, resulta difícil creer que aún teniendo a Markarián como entrenador el juego del Perú mejore. Más bien la lógica nos dice que ya estamos eliminados de ahí que el profesor haya adelantado cuál va ser su futuro a fines del próximo año cuando fenezca su contrato con la Federación Nacional de Fútbol.
De lo que va la era Markarián, la selección ha jugado 32 partidos entre oficiales y amistosos, de los cuales ganó 12, empató 10 y perdió 10. Nuestra delantera marcó 33 goles y recibió 32 anotaciones en contra.
De 27 puntos posibles en las eliminatorias obtuvimos 8, de ahí que ocupemos el octavo lugar entre nueve selecciones.
¿Las cifras alcanzadas durante la era del “mago” justifican que el presidente de la FPF, Manuel Burga, le haya propuesto dirigir la Unidad Técnica de todas las selecciones? ¿Usted qué opina?
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