El bullicio característico del penal de San Pedro (Ex Lurigancho) se vio interrumpido el pasado jueves 25 de octubre. La razón: miembros voluntarios del Cenáculo del Espíritu Santo se hicieron presentes para realizar una evangelización.
A las dos de la tarde de ese día los voluntarios del grupo “Ejército de Cristo” en compañía del pastor Leiván Silva, responsable por el trabajo de evangelización en nuestro país, se reunieron para hacer una visita especial en este centro penitenciario, donde los internos tuvieron la oportunidad de escuchar un mensaje de fe a través de la Palabra de Dios.
En esta tarde también se realizó una oración en donde muchos presos tuvieron la oportunidad de entregarse al Señor Jesús.
En la ocasión el pastor Leivan dio un mensaje de fe, que hizo que varios internos fueran liberados de la opresión que desde hace mucho tiempo sentían en su interior. “Aunque usted haya perdido una parte de su tiempo aquí adentro, todavía hay una esperanza para cambiar. La biblia dice: “El árbol, aunque lo corten, aún tiene la esperanza de volver a retoñar... al percibir el agua reverdecerá y hará copa como una planta nueva.”, dijo el pastor.
Con la ayuda de los miembros del Cenáculo del Espíritu Santo se pudo recolectar cajitas de promesas, las mismas que fueron obsequiadas a aquellos que querían comenzar de nuevo su camino en la presencia de Dios.
Este trabajo que el grupo de voluntarios realiza, es con la finalidad de que los internos desarrollen una fe y un compromiso con Dios, para que así ellos obtengan un mejor autoestima y su actitud hacia ellos mismos y hacia los demás mejore, creyendo que Dios los puede restaurar y dar una nueva vida junto a Él.
Sin duda, este fue un día muy especial que quedará marcado en la vida de muchos de ellos.
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