miércoles, 7 de noviembre de 2012

El desafío


Palabra del pastor Fabiano Bezalí


Toda persona que cree que Dios es mayor que los dilemas y los problemas, delante de una situación que la molesta hace un desafío. Usted puede ver en la Biblia que todos los hombres y mujeres que creían en Él de verdad, delante de situaciones difíciles e irreversibles, ellos hacían un desafío y en ese mismo momento Dios se manifestaba. 
No piense que Dios se va a manifestar en su vida porque usted llora y tiene una cara de pobrecito. Dios se manifiesta cuando uno hace un desafío. Esta es la única manera de que usted pueda avanzar en la vida. Usted puede seguir viniendo a la iglesia sin hacer un desafío con Dios, pero va a seguir siendo molestado por los problemas. Y al igual que un niño cuando es molestado llora, esta persona va a llorar, pero no podrá solucionar las dificultades que se presenten. 
La postura de alguien que cree en Dios es desafiar y usted va a ver eso en todos los casos de milagros que se encuentran en la Biblia. Usted no puede ser como un niño delante de sus obstáculos, usted tiene que tener la postura de quien cree en un Dios grande. Para esto Dios nos ha dado la fe, para que nosotros hagamos desafíos.
Tenemos varios ejemplos en la Biblia, uno de ellos habla de la desesperación de una viuda que, debido a las deudas que había dejado su marido, estaba por perder a sus dos hijos. Cuando el profeta le preguntó qué tenía en casa, la viuda respondió: “Tu sierva no tiene nada, solo un poco de aceite.” (2 Reyes 4:1-7)
Ese poco de aceite no era suficiente para pagar sus deudas. Lo que cambió la situación desesperada fue el desafío que ella hizo. El profeta le dijo que pidiera vasijas prestadas a todos sus vecinos; y no pocas, sino muchas vasijas.
Él no especificó qué cantidad de vasijas debía traer la viuda para no limitar su fe. Imagínese si él le hubiese pedido 1.000 y ella solamente hubiera tenido fe para traer 500, o si él le hubiese pedido 500 y ella hubiera tenido fe para traer 1.000. La fe es un poder que no debe ser limitado.La actitud de la viuda determinaría el resultado de aquel desafío, grande o pequeño, dependía de ella y de nadie más, por eso la fe es individual.
Lo que nosotros plantamos es lo que nosotros cosechamos. La respuesta de hoy es el resultado del desafío de ayer, y la respuesta de mañana será el resultado del desafío de hoy.
Cuando las vasijas se terminaron, el aceite cesó. Cuando se deja de vivir la fe, día tras día, se pone en riesgo la salvación y las conquistas se acaban.
Además de pagar las deudas, la viuda y sus hijos vivieron con lo que sobró. Pasó de ser endeudada a ser comerciante.

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