La Sra. Anyi Bastardo sufría de males espirituales, como: insomnio, pesadillas, veía bultos, escuchaba pasos, tenía una mala relación con sus familiares.
“Mi vida durante muchos años fue de completo sufrimiento, por causa de males espirituales, y como muchas otras personas, cometí el error de buscar ayuda en la brujería y hacer todo lo que me recomendaban, pero mis problemas empeoraban.
En mi hogar tuvimos que enfrentar la separación de mis padres, debido a los vicios, peleas constantes, y desacuerdos que ellos tenían; esta situación produjo un desequilibrio en mi familia.
Al escuchar de las transformaciones que Dios hace en nuestras vidas decidí participar en el Cenáculo del Espíritu Santo poco a poco mi vida empezó a cambiar.
Primero luché por mi vida espiritual, esto me dio fuerzas para también luchar por el cambio en mi familia. Luego pedí por mi vida sentimental. Conocí a una persona con la que inicie una relación, pero con el paso del tiempo comenzaron los desacuerdos, la desconfianza debido a las actitudes equivocadas que aquella persona tenía. Aunque traté de salvar la relación no lo logré, pues los problemas se incrementaban haciendo que la relación terminara”, cuenta Anyi.
Después de este fracaso y con la ayuda de Dios ella salió adelante. “Nuevamente empecé a perseverar por mi vida sentimental, esta vez conocí a una persona que, al igual que yo, también luchaba por una transformación en su vida sentimental, pues había vivido las mismas decepciones”, dijo.
Anyi dice que hoy está libre de todos los problemas espirituales, su familia fue completamente restaurada. Además que logró formalizar su relación sentimental. “Estoy felizmente casada, ambos tenemos metas y propósitos en común, disfrutamos de un hogar donde abunda la confianza, la comunicación y la felicidad”, finaliza la Sra. Anyi.
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