jueves, 20 de junio de 2013

Crece la obra de Dios en Italia


La Comunidad Cristiana del Espíritu Santo está a punto de cumplir 36 años de existencia. En todo ese tiempo el trabajo de los pastores y obispos en todo el mundo ha sido la misma: mostrar el poder de Dios en todas las naciones.
Para ello, no se tiene en cuenta si la cultura es diferente, si hace mucho frío o calor, si hay pobreza extrema o riesgos de sufrir persecución religiosa o política. Lo que vale es superar todos los obstáculos, apoyados en la orden del propio Señor Jesús le dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15.
Un ejemplo de que el miedo al desafío no forma parte de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo es la existencia de templos en ocho ciudades de Italia: Roma, Milán, Florencia, Nápoles, Turín, Mantua, Verona y Siracusa. Además de los trabajos especiales que se llevan a cabo en Catania y Génova. No es una novedad que la Palabra de Dios se está predicando desde 1993 de fuertes raíces católicas.
La visión de una fe inteligente, que no necesita emoción ni imágenes para ser eficaz, es una novedad para los italianos, quienes, poco a poco, están siendo alcanzados por estas enseñanzas.
“Italia es un país muy religioso y lleno de tradiciones, por eso ellos terminan cerrándose cuando predicamos el Evangelio. Muchos tienen en mente la religión católica como única y verdadera. La mayoría se siente conocedora de la verdad. Eso se une al orgullo de la historia triunfante del país en el pasado y a la desconfianza, provocando que muchos vivan de apariencia. Sin embargo, cuando toman conocimiento del poder de Dios manifestándose en sus vidas por medio de milagros, poco a poco, abren sus corazones y hacen la diferencia”, explica el obispo Wagner Simões, actual responsable del trabajo de el Universal en Italia.

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