jueves, 20 de junio de 2013

Llegó el momento de decidir


Palabra del Obispo Macedo

Meditando en la misericordia y  compasión de Dios y sobre mi vida, yo quiero hacer recordar a muchas personas que están con un hueco en el alma y decirles que siempre existe un día, un momento en que tenemos que tomar una decisión. Sucedió con mi persona. Yo trabajaba para el servicio público, tenía un salario estable. Yo era jefe de la tesorería. Tenía una vida estable económicamente, pero dentro de mí había aquel desespero de pasar para otras personas aquello que Dios me había dado “porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado…” (1 Corintios 11:23).

Pero yo estaba cada vez más comprometido con mi trabajo, como podría conciliar mi trabajo y la predica del evangelio, pero un día hubo una chance de predicar. Mi trabajo era hecho de la mejor manera posible, pero no era lo que yo quería hacer.
Hay personas que hacen lo que tiene que hacer y no lo que les gustaría hacer.
Yo tuve que dar un basta en lo que estaba haciendo y comenzar todo nuevo, de cero, no fue fácil, porque yo estaba seguro, un trabajo garantizado, fueron 16 años de estabilidad, además estudiaba en la noche, tenía un futuro promisorio, pero no era lo que yo quería. Hasta que tuve que escoger entre lo seguro y seguir el “dudoso” o mantenerme en lo seguro y dejar el “dudoso”, entonces recuerdo que dije: “Mi Dios ahora es todo o nada, vamos a comprobar tu palabra, llegó el momento de decidir de hecho, lo seguro para mí, es lo seguro para mucha gente, tenía familia, mis hijas, una de ellas necesitaba tratamiento, yo tenía garantías en el salario y en el seguro de salud, pero no era lo que yo quería. Fue algo muy fuerte que pasó con nosotros. ¿De qué vale tener mundos y fondos y estar con el corazón vacío? Yo fui para el todo o nada. Salí de los dos trabajos públicos y salí sin ningún derecho laboral. Esta decisión yo la tomé con una certeza, con la fe sobrenatural no tienen nada que ver con los cincos sentidos, es una fe personal que viene de lo Alto, de Dios. En realidad yo hice lo seguro. La decisión fue difícil fue una guerra personal con Dios, es una lucha y no hay nada que pueda interferir. Fue el caso de Jacob como está escrito en el libro del Génesis 27. Es el caso de muchos cristianos que tiene la profecía, la promesa, pero no viven la bendición. Pero Jacob se cansó de tener la bendición y no ser la bendición misma. En Génesis 32 leemos que Jacob luchó con Dios y prevaleció y su nombre fue cambiado de Jacob para Israel. El Valle de Jabeque es el valle dela decisión, donde cada uno de nosotros tiene que pasar. Yo no puedo reclamar, porque a través de este mi ministerio Dios confirmó que Él existe. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6.  Yo puedo, predicar, enseñar al respeto de la fe sobrenatural que desciende del Alto y quema en el pecho. No hay nada en este mundo capaz de impedir que nosotros sigamos adelante porque dentro de nosotros existe la llama de la fe sobrenatural. Nada puedo pervertir nuestro corazón, nuestra fe. Mi amigo y mi amiga tome la decisión. Dios los bendiga en el nombre de Jesús.

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