jueves, 5 de mayo de 2011

El mundo respira aliviado


Osama Bin Laden ha muerto. La noticia que se conoció la noche del domingo 01 de mayo será recordada por el mundo, pero sobretodo por los norteamericanos, quienes el 11 de setiembre del 2001 sufrieron el peor atentado terrorista de su historia


Tras varios años de seguimiento, Estados Unidos dio por fin con el paradero del hombre más buscado por el FBI. La madrugada del domingo 1 de mayo fuerzas de élite del ejército norteamericano con el apoyo de cuatro helicópteros mató a Osama Bin Laden y a cuatro personas más que lo acompañaban en una lujosa residencia a las afueras de la localidad de Abottabad, al norte de Pakistán.

Para Luis Prados, redactor jefe de la sección internacional del influyente diario EL PAIS de España, la noticia de la muerte de Bin Laden no es más que el epitafio de una era de guerra contra el terrorismo que llega justo en el momento de las revueltas árabes, en donde el fanatismo islamista no ha jugado un papel importante en la Región.

Si bien nunca dijo directamente que fuera el autor de los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001 que mataron a más de 3,000 personas en los Estados Unidos, Bin Laden siempre alabó y llamó héroes a los que estrellaron los dos aviones contra las Torres Gemelas.

En los últimos años mucho se ha escuchado de su nombre, pero realmente se sabe quién es y como así se convirtió en terrorista.

Según el FBI, Bin Laden nació el 10 de marzo de 1957 en Riad, Arabia Saudita, en el seno de una familia multimillonaria.

El hombre que hasta el último domingo era el terrorista más buscado sobre la tierra, fue el decimoséptimo de los 52 hijos de Muamar Bin Laden, campesino saudí de origen yemení que se convirtió en magnate de la construcción.

Estudió Religión y Ciencias Económicas y se graduó en la Universidad Rey Abdul Aziz.

En 1979, tras la invasión soviética de Afganistán, luchó con los “muyahidin” contra el ejército de la URSS y organizó el reclutamiento de miles de voluntarios en el mundo musulmán. En 1988 creó la organización “Al Qaeda” (La Base), en referencia a la base de datos donde apuntaba a los combatientes. Su objetivo es “la guerra santa contra los judíos y los cruzados”.

Tras la retirada soviética en 1989, regresó a su país, donde vertió duras críticas contra la monarquía por el apoyo prestado a EE UU durante la Guerra del Golfo en 1991, lo que le valió la ruptura con el rey Fahd y con su propia familia. En 1991 se exilió en Sudán, donde dirigió una empresa constructora, considerada una “tapadera”.

Volvió a Afganistán, donde le acogió la milicia talibán que había conquistado Kabul con apoyo estadounidense. Se instaló en los montes afganos con un grupo de leales, los Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo). Desde allí dirigió las operaciones de Al Qaeda en 33 países de Oriente Medio, Asia, Europa y América, y financió campos de entrenamiento en Afganistán, Sudán y Pakistán.

EE UU considera que financió o inspiró un primer atentado -en febrero de 1993- contra las Torres Gemelas de Nueva York (6 muertos); el derribo de tres helicópteros estadounidenses en Somalia en octubre de 1993 (18 muertos); el ataque de noviembre de 1995 contra el edificio de la Guardia Nacional Saudí en Riad (7 muertos) y otro, en junio de 1996, que mató a 19 soldados norteamericanos en Arabia Saudí. Tras este atentado, Bin Laden señaló que era el principio de una guerra entre los musulmanes y EE UU.

En noviembre de 1998, EEUU ofreció cinco millones de dólares por su captura, que elevó posteriormente a 25 millones de dólares y, en 2007, dobló a 50 millones (36 millones de euros). En junio de 1999, fue incluido en la lista de los diez más buscados por el FBI.

Se cree que su fortuna superaría los 250 millones de dólares (una pequeña parte del patrimonio familiar, de 5.000 millones) y que llegó a controlar más de 60 empresas en el mundo.

El 11 de septiembre de 2001 (11-S), 19 terroristas de Al Qaeda perpetraron en EE UU el mayor ataque terrorista de la historia, con unos tres mil muertos. Cinco días después, Bin Laden negó su implicación en un comunicado de la agencia “Afghan Islamic Press”.

En octubre de 2001, Bin Laden junto a su segundo, el egipcio Ayman al Zawahiri alabó el 11-S, aunque sin reivindicar su autoría.

En el primer aniversario del 11-S, nombró en un mensaje sonoro a los 19 perpetradores y alabó su acción, en una aparente reivindicación de esos atentados.

En abril de 2004, en una cinta magnetofónica, reivindicó implícitamente los atentados del 11-S y del 11-M en Madrid. Dos meses después, afirmó en una grabación sonora que el jordano Abu Mosab al Zarqaui era el líder de Al Qaeda en Irak, e instó a los iraquíes a boicotear las elecciones de enero 2005.

En mayo 2006, aseguró en una cinta sonora en internet, que el francés Zacarias Moussaui no tenía nada que ver con el 11-S. Dijo que él mismo había encargado “a los 19 hermanos” los atentados terroristas en Nueva York y Washington, y que “Mousaui no fue uno de ellos”.

En noviembre de 2007, instó a los europeos a concluir su participación en Afganistán y reafirmó su responsabilidad en los atentados del 11-S.

El 3 de junio de 2009, acusó al presidente Barack Obama de sembrar “nuevas semillas de odio y de venganza” siguiendo “el camino de su predecesor”.

En su último mensaje, el 21 de enero de este año, el líder de la red terrorista Al Qaeda amenazó, en una grabación de audio emitida por la televisión catarí Al Yazira, con matar a los rehenes franceses que sean secuestrados por su grupo, si los soldados de este país no se retiran de Afganistán.

Se cree que Osama Bin Laden tenía cuatro esposas y diecinueve hijos. En noviembre de 2008, su hijo Omar Osama solicitó asilo político en España, pero su solicitud fue rechazada.

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