lunes, 18 de abril de 2011

Semana Santa: ¿Festividad religiosa?


Hace algunos años la Semana Santa era una fecha para la reflexión y la meditación, además de ser una fiesta religiosa esperada por todos los peruanos. Hoy en día eso se está perdiendo. Ahora se viene dejando de lado lo espiritual para dar paso a las fiestas, diversiones y paseos

Estamos a puertas de iniciarse la Semana Santa, la mayoría al acercarse estas fechas en lo primero que piensan es en la alegría que nos da el poder descansar de nuestra rutina, de tanto stress por el que pasamos a diario. Muchos aprovechan la Semana Santa para irse de fiesta, al mar o a cualquier lugar fuera de la ciudad. Otros en cambio, los más pocos, toman los días festivos como descanso y se quedan en sus casas durmiendo y relajándose.
Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos puesto a meditar sobre el verdadero significado de la Semana Santa?... ¿es acaso una semana inventada para hacer todo lo que anteriormente mencionamos?
En el fondo todos sabemos el verdadero sentido de estas fechas, pero preferimos olvidarlo por nuestra propia conveniencia. Y es que cuando la vida nos sonríe nunca nos acordamos de Dios, solo lo hacemos cuando estamos enfermos, no tenemos trabajo o nos va mal en el amor.
Cultura de la diversión
Según el teólogo Manuel Rodríguez, existen muchos factores para en estos últimos años se esté perdiendo el verdadero sentido de la Semana Santa debido a que los medios de comunicación han creado una cultura de diversión y de poco respeto por nuestras creencias que la mayoría de los jóvenes siguen, inclusive muchos adultos.
Para Rodríguez si hubiese unos padres verdaderamente fieles a Cristo, con su ejemplo y su manera de actuar, seguro que influirían mucho en sus hijos. “Pero si falta la base, un liderazgo cristiano, pues los jóvenes van a andar como ovejas sin pastor, descarriadas, desorientadas, de un lugar para otro”, sostiene.
Para el pastor de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, Clodoaldo Pajuelo, la falta de conocimiento de las personas sobre las razones del por qué nuestro Señor Jesucristo dio la vida por todos nosotros, ha hecho que la gran mayoría dedique los días de la Semana Santa a divertirse, ya sea viajando con fines de turismo o simplemente asistiendo a las discotecas para bailar y tomar licor.
¿Qué es en realidad la Semana Santa?
Antiguamente estas fechas eran motivo de reunión familiar. No se comía carne roja solo pescado. Los medios de comunicación, televisión y radio, interrumpían sus habituales programaciones para transmitir la vida y pasión de nuestro Señor Jesucristo. Durante la Semana Santa las discotecas y bares cerraban sus puertas y los cines solo proyectan películas religiosas.
Para los cristianos las Semana Santa representa la victoria del Señor Jesús en la cruz delante del pecado (diablo). Asimismo se recuerda el sacrificio hecho por él de entregar su propia vida por amor a su prójimo.
A través de su resurrección Dios nos muestra una nueva vida aún después de la muerte, y ese fue el mayor significado de su pasión en este mundo, ofrecer la salvación para los que lo aceptan como su salvador.
La oración que Jesús hizo en el huerto de los Olivos, su desprendimiento, su injusta condena, los azotes, burlas y corona de espinas que soportó, llevar a cuestas la cruz para ser clavado en ella y morir perdonando y exculpando a sus verdugos, es la mayor expresión de amor que se haya producido en el mundo: ¡que el Hijo de Dios muera por los hombres!
Diversión y muerte
Actualmente estas fechas sirven como pretexto para todo tipo de diversión (bailes, paseos, tragos) menos para usarla para la reflexión, la unión familiar y sobre todo para acercarse a Dios.
Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, en el 2010 más de dos millones de nacionales y extranjeros viajaron a diferentes sitios, dejando una utilidad global para las regiones visitadas de 170 millones de dólares.
De acuerdo con MINCETUR, la mayoría de los gastos de las personas durante los cuatro días que dura la Semana Santa se registró en los hoteles, restaurantes y discotecas.
Cabe señalar que cada turista nacional gasta por esas fechas 350 soles como promedio, mientras un extranjero 700 nuevos soles.
La Semana Santa de hoy no solo ha traído diversión entre los jóvenes y adultos, sino también el incremento del número de accidentes de tránsito y del costo de los pasajes de transporte y de muchos servicios como hoteles y restaurantes.
Según la Policía Nacional del Perú, en el 2010 durante estas fechas se registraron entre 35 y 40 accidentes de tránsito con un alto número de muertos y heridos.
Por estos días las empresas de transporte terrestre suben sus costos de pasaje hasta un 200%. Así por ejemplo, un pasaje a Trujillo que habitualmente cuesta 30 soles por Semana Santa se eleva a 60 u 80 nuevos soles.
Algunos lugares donde no se ha perdido la tradición
El pueblo de Ayacucho mantiene una fe inalterable que se evidencia en las ferias que se organizan por Semana Santa, considerada la de mayor arraigo de todo el Perú, sobretodo en su capital, Huamanga.
Otra ciudad que se resiste a perder su tradición es Tarma, bautizada como la Bella Perla de los Andes, en el departamento de Junín.
Durante la celebración de la Semana Santa en esta ciudad, se realizan desfiles como en otros lugares de la serranía peruana. Destaca la maravillosa ornamentación que adorna las calles del recorrido, donde se aprecian arcos y alfombras hechos de plantas y flores naturales del lugar, como el arrayán, el geranio, el alhelí y otras, recogidas para la ocasión.
Por su parte, la Semana Santa en Huaraz se impregna con la tradición y costumbres de su pueblo al conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo. En esta localidad la gente se prepara con un año de antelación para representar el drama del Gólgota y la posterior resurrección de Cristo con gran realismo.

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