Estos últimos años se ha acuñado el término “Narcoterrorismo” como la fusión entre los rezagos del terrorismo y las principales firmas nacionales del narcotráfico, quienes según los expertos son las que financian las incursiones de estos subversivos en los puestos de vigilancia de la policía.
Para el experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, ya no se trataría de un simple conflicto contra pequeñas columnas subversivas, sino con bandas articuladas con armamento de corto y largo alcance que podría desencadenar una llamada “Narco guerra” contra el Estado, lo que podría ocasionar una pequeña guerra civil en la selva peruana. Según el especialista, el término “Narcoterrorismo” tiene sus orígenes en el año 2004 cuando una columna armada al mando del camarada Artemio en el Huallaga, intentó emboscar a dos helicópteros que estaban dando logística a un operativo de destrucción de posas y erradicación de cultivos de coca en Tocache. “Aquí hay que señalar algo puntual, el narcotraficante siempre va a tratar de proteger su negocio, la del terrorista es matar por sus ideologías, si las dos la juntamos vamos a tener un problema mayor, la misión del gobierno es poder desarticular estos pactos” sostiene Antezana.
En tanto para el docente de la PUCP, Hugo Cabieses, la ausencia del Estado en estas zonas son las principales causas de la proliferación del narcoterrorismo, que mediante propaganda política convencen a los pobladores a colaborar con ellos. “Si no se hace algo de inmediato vamos a terminar como lo que está sucediendo en Colombia, en donde movimientos políticos están íntimamente relacionados con el narcotráfico e incluso son socios y aliados”, refiere Cabieses.
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