jueves, 19 de julio de 2012

Día Mundial de la Población: “Procrear es un derecho no una consecuencia”



El Día Mundial de la Población reafirma el derecho de la gente de formar y planificar sus propias familias. Es por eso que muchos organismos promueven eventos en que se brinda información que ayude a hacer real este derecho mediante la planificación familiar y métodos anticonceptivos para mujeres y hombres.

Hace 25 años, el planeta alcanzó los 5 mil millones de habitantes. Por lo que las Naciones Unidas consideraron desde el  11 de julio de 1987, como el Día Mundial de la Población. En la actualidad, se calculan más de 7 mil millones de personas que pueblan la tierra; esta cifra ha hecho que este organismo tome medidas para difundir una cultura de planificación y educación sexual.
Es así como nace la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), formada en 1994 por los Gobiernos y auspiciada por las Naciones Unidas, que busca orientar a la población que procrear es un derecho responsable con conciencia  y no una consecuencia. 
Reproducción responsable
Hoy en día podemos ver que en las parejas ambos miembros trabajan y en caso de las mujeres, éstas ocupan cargos importantes y aportan a la economía del hogar. Aunque existan métodos anticonceptivos, la llamada ‘Paternidad responsable’, en nuestro país casi no existe. Y, si esto ocurre en la era de las comunicaciones, ¿qué podemos esperar de quienes no tienen acceso a ellas?
Para poder afrontar con éxito esas limitaciones, el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), fomenta y difunde la educación sexual y la orientación para ejercer ese derecho que es engendrar un hijo y formar una familia. La Dra. Susana Chávez Alvarado, presidente del PROMSEX, destaca que el Día Mundial de la Población es una convocatoria al mundo para que ponga atención al tema de población porque es un aspecto de la política pública con visión al futuro. 
“Las poblaciones han sufrido transformaciones pero no han ido a la par con las políticas. El desarrollo, la distribución poblacional y el respeto del derecho de las personas no pueden dejarse de lado ni mucho menos desatendidas”, menciona. 
En el Perú, en 1962 las mujeres en edad fértil tenían un promedio de seis hijos a más, mientras que en el presente año, se proyecta una fecundidad de solo dos hijos. Ese es uno de los puntos que en PROMSEX consideran como clave, ya que al haber la respectiva documentación y orientación, las personas pueden decidir y tener noción de cuántos hijos procrear en lugar de tenerlos en grandes números como era generalmente hace algunos años. “Ahora con la tecnología, los jóvenes mismos pueden investigar y saber cómo usar un anticonceptivo, pero si no se complementa con información ya sea paternal o fomentadas por los gobiernos, entonces no servirá de nada”, aclara.
Derecho a concebir 
Entidades como PROMSEX promueven el respeto a los derechos humanos que están ligados a las decisiones que toman las personas con respecto a la vida sexual que eligen tener, pero con una base de información para que sea responsable. Como bien menciona Susana Chávez, las políticas de población no tienen sentido si no están basadas en el respeto individual de cada persona y sobre todo, saber que la vida sexual no tiene por qué tener consecuencias adversas, ya sea un embarazo no deseado o contraer una ETS.
“Los derechos reproductivos son los mismos derechos humanos. Uno tiene un hijo para formar una familia y que éste sea un ciudadano. Uno puede decidir cuándo y cuántos hijos querer o hasta no querer concebirlos. Ello es parte del derecho a elegir y saber que también se cuentan con los métodos o tecnología para fecundar”, sostiene Chávez. 
En nuestro país, en el 2009, se publicó el Plan Nacional de población 2010-2014 por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MINDES), el cual busca una política de Población que combata la desnutrición, analfabetismo, inequidad de género de la pobreza, etc. Sin embargo, para la directora de PROMSEX es un plan mal ubicado porque las medidas se centralizan y no se difunde en otras partes del territorio. 
“Hay una alta migración de las zonas rurales hacia las urbanas. Y es porque en sus pueblos carecen de mecanismos de desarrollo. Esa gente tiene más hijos porque no encuentra maneras de prevenir y todo ello por una falta de políticas de cultura reproductiva que abarque el territorio geográfico”, señala.
Queda claro que si en nuestro país, las políticas no llegan a todas partes, no se podrá garantizar un verdadero cambio. Con respecto al proyecto de ley que despenaliza las relaciones sexuales entre jóvenes de 14 y 18 años, Chávez indica que ya era hora que el Congreso se ajuste a la realidad. 
Como todos sabemos, a pesar de que hace años se aprobó una modificatoria en el Código Penal, sancionando las relaciones sexuales entre menores, estas han continuado dándose a través del tiempo. 
Para la especialista de esta ONG, lo que debió haberse hecho en esa época era invertir en educación sexual y en servicio de salud sexual reproductiva.
Hagamos que el procrear sea una práctica de uno de los derechos de la persona y que no sea, como se indicó, un mal que nos perjudique. En nosotros está esa decisión y en manos del Gobierno en conseguir una población instruida e informada en estos temas que no tienen porque ser prohibidos ni considerados ‘tabú’ en la familia. Por allí empieza la solución.

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