miércoles, 19 de diciembre de 2012

Libre de los juicios


Después de estar casi cinco años apartado del Cenáculo del Espíritu Santo el ex oficial de la policía Enrique Alvarado Mori reconoció  que necesitaba acercarse a Dios.  “En medio de mucho dolor y sufrimiento me acorde de que algún día concurrí en el Cenáculo del Espíritu Santo y cuando me encontraba en el fondo del pozo, tomé la decisión de volver”, mencionó.
El estaba muy enfermo de la columna debido a una caída que tuvo y los médicos le dijeron que no iba a quedar bien. “De todas maneras hice el tratamiento para ver si mejoraba, pero no vi ningún resultado”, contó. 
Un amigo vio su situación y le sugirió que buscara ayuda con una curandera que él conocía para que lo curara, y él aceptó. “La curandera me dijo que me habían hecho daño, pero que ella podría curarme, me dijo que tendría que hacer cesiones y pagar una cantidad de dinero, yo hice todo lo que me dijo, pero no tuve  ningún tipo de cambio en mi vida”, afirmó. 
También nos contó que tenía dos juicios pendientes. “El primero era un juicio civil, que era con la policía, este juicio estaba pendiente desde hace mucho tiempo, y me dijeron que prácticamente estaba perdido. El otro juicio era hacia el estado, y estaba pendiente desde hace 27 años, si yo perdía este juicio, me iban a sentenciar a 4 años de cárcel con una reparación de dos mil soles”, recordó.
Enrique nos dijo que comenzó a hacer las cadenas de oración y empezó a colocar su fe en acción. “La primera bendición que Dios me dio fue en mi salud, Él me curó del problema que tenía en la columna, es como si me hubiera dado una columna nueva, puedo hacer mis cosas normalmente, sin ningún problema”, dijo.

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